Unos 60 kilómetros de retorcida carretera separan la capital de Chile de los centros de esquí de El Colorado, La Parva y Valle Nevado. Todas ellas estaciones con muchas posibilidades, distintos estilos y todos los servicios para los amantes del esquí de pista. Entre todas suman algo menos de 100 kilómetros de pistas, la mayoría sin demasiada dificultad. Los precios son prácticamente como los europeos y el forfait conjunto existe pero es muy caro y la conexión entre estaciones se hace por fuera de las pistas. Esta es una asignatura pendiente de estos centros si quieren captar más esquiadores del Viejo Continente.
Esquiar en las estas estaciones merece la pena, por supuesto para cualquier santiaguino o si hacemos un viaje desde Europa y lo combinamos con turismo u otras zonas de esquí chilenas. En este sentido, decir que Santiago es una metrópoli colosal, pero acogedora y llena de encantos donde los españoles nos sentimos como en casa. Ahora bien, si se hace el viaje pensando sólo en esquiar, modestamente creo que estas estaciones se quedan un poco cortas. Pero si buscamos nieves vírgenes, fuera de pistas espectaculares, inclinación, terreno salvaje y si además estamos dispuestos a foquear o portear esquís, entonces nos encontramos en un escenario que, sólo por sí mismo, merece la pena para emplear al menos una semana descubriendo líneas en el cordal que forman las cimas de la Falsa Parva (3.800 m.), La Parva (4.080 m.) y el Cerro Pintor (4.200 m.).
Esta zona se encuentra fuera de los límites de las estaciones al norte y nordeste de Valle Nevado y La Parva respectivamente, el acceso desde ambas estaciones a la zona es muy cómodo desde la cabecera de La Parva o desde los teleskis de El Ancla para el sector Oeste y Tres Puntas de Valle Nevado para la zona Este. Desde los remontes, hay líneas que se pueden alcanzar en algo más de una hora y otras líneas y excursiones en las que podemos emplear hasta 6-8 horas, como por ejemplo si queremos hacer la cima del Cerro Pintor. Por lo tanto, hay siempre que tener presente que nos movemos por terreno de alta montaña, donde las distancias son muy engañosas, el tiempo sorpresivo (viento) y muy alejado de centros habitados a pesar de estar a pocos kilómetros de las estaciones. Hay que tener conocimientos de alpinismo y llevar equipo completo de seguridad (ARVA, etc…), alpinismo (crampones, piolet…) y siempre llevar bebida, comida y abrigo suficiente.
Aquí tenéis un reportaje con algunas de las líneas principales que pudimos disfrutar en septiembre de 2011 y que a alguno os sonará de otro que apareció en la antigua revista Paraísos de Nieve de 2011 y en número 2 de NIX. Espero que os guste y os anime a probar el freeride junto a Santiago que es una experiencia que no defraudará y si se mezcla con un poco de turismo, mejor.
Cordal de La Parva
ADVERTENCIA: los deportes de nieve entrañan riesgos, la montaña es un entorno cambiante y a veces peligroso. NIVIS advierte de la necesidad de practicar estos deportes con experiencia sobrada, conocimientos técnicos, material adecuado, técnica suficiente y acompañados de guías UIAGM o monitores de esquí/snowboard titulados.