Es jueves 24 de Marzo y aunque es ya primavera el día amanece cerrado, nevando y con mucho viento. Maldita sea. Con lo dificil que es juntarnos tres hermanos para ir al Mulhacén con esquís y va y se estropea el dia...
Pero en vez de retirarnos, decidimos aprovechar el día, cambiar de planes e intentar disfrutar de una de las bajadas más bonitas de Sierra Nevada, la del Pico del Cartujo.
La excursión es también bastante larga pero tiene la gran ventaja de poder hacer la subida al abrigo del viento por la cara oeste de la Arista del Cartujo.
Comenzamos aproximandonos desde el parking de Peñones en dirección a Borreguiles y luego al collado de la Laguna, donde quitamos las pieles y esquiamos hasta los Borreguiles de Dílar (justo detras de la inferior del telesilla Laguna). Desde aquí bordeamos la arista y comenzamos la autentica subida.
En los Borreguiles de Dílar comienza la subida
La noche anterior nevó bastante, y aunque en cotas bajas la nieve está muy humeda, por aqui arriba es polvo. La bajada promete, pero la subida, con tanta nieve profunda, nevando y con el viento de cara, no es nada fácil.
Sin esquís te hundes hasta las rodillas
Progresando hacia la Arista del Cartujo
A ratos el sol nos acaricia y nos regala momentos mágicos que aprovechamos para contemplar todo lo que nos rodea. Pero sigue cayendo nieve y soplando con fuerza. Durante casi cuatro horas la ventisca nos castiga e incluso va borrando nuestras huellas al poco de abrirlas.
Paradas para deleitarnos con el entorno
Las huellas medio enterradas
Abrir huella siempre es duro pero más aún con el viento en contra
Los últimos metros antes de llegar a la cumbre son los mas duros. Mucha pendiente, y mucho viento. Para no complicarnos demasiado, decidimos desviarnos un poco a la derecha y terminar la subida algo por debajo de la cima.
La pendiente se acentúa en el tramo final
Últimos metros de subida
Imposible parar en la cumbre...
... salvo para hacernos alguna foto
Las vistas, a pesar del día, increíbles. Valle del río Lanjarón (nuestro próximo objetivo), Tajos Altos, Tajo de los Machos, loma de Peñamadura, Trevenque...
Valle del río Lanjarón y Tajos Altos (el pico de la derecha)
¿Duna del desierto o Sierra Nevada?
Tajos Altos
Para la bajada el tiempo cambia radicalmente. Nada más quitarnos las pieles de foca, deja de nevar y despeja por completo. Nos espera un enorme descenso por un valle totalmente virgen y con la nieve perfecta.
Ni rastro de seres humanos, ni rastro de animales, tan solo silencio y nieve, mucha nieve...
¡Comienza el descenso!
Festival de curvas en nieve polvo
Ni piedras, ni huellas, ni gente.... solo nieve!
Como han mejorado algunos, ¿eh bro?
La primera loma que bajamos es muy suave y larguísima, tanto que al final ya no quedan piernas para esquiarla entera con un ritmo cadente y sin parar.
Luego algo más de pendiente y al llegar a los Prados de las Minas notamos como la la nieve comienza a transformar y convertirse en crema.
Bajada largísima, casi imposible mantener el ritmo
Este es el único tramo con pendiente fuerte
Tan sólo debajo de esta cornisa la nieve esta algo dura y venteada
Llegando al "Prado de las Minas"
Una perspectiva distinta del radiotelescopio, la Laguna y el Veleta
Vamos terminando pero nos espera lo mejor. La ultima parte se va estrechando y acaba en un barranco que más bien parece un "half pipe".
Al llegar al fondo del mismo, conseguimos cruzar el río Dílar sin dificultad, ya que justamente en ese punto esta cubierto de nieve.
Comemos, ponemos pieles, y de nuevo para arriba. Aún hay que remontar toda la Loma de Dilar hasta salir a Montebajo y luego descender hasta Pradollano.
Contraste de caras, una pelada y la otra cargadísima de nieve
Las pelotitas que se ven es nieve transformada que rueda por efecto del calor
Entrada al barranco final
Río Dilar
Aunque subir la Loma de Dilar es un suplicio cuando llevas tantas horas de actividad, compensa con creces. El sol ya está mas bajo, y comienza el baile de colores y sombras. Atrás queda una espectacular vista del Cartujo y todo su valle, ya pisoteado por nuestros esquís.
Dejando atrás el río Dilar
Llegando a Montebajo, el Cartujo al fondo
Terminando de remontar la Loma de Dilar, al fondo asoma ya el radiotelescopio
Final de la loma de Peñamadura y el Trevenque al fondo
Por el momento, de todo lo que he andando y esquiado por Sierra Nevada -aún me queda mucho por recorrer- este es con diferencia el valle que más me ha gustado para hacer con los esquís de montaña. No dejéis de conocerlo...
El itinerario visto desde Montebajo