Cuando la montaña se alía con nosotros, las perspectivas cambian, las sonrisas aparecen y el puro goce se apodera. Este invierno es una suerte de lotería, nada es seguro y nada está decidido, la nieve aparece y desaparece como si de la chistera de un mago se tratara, las nubes se pasean rápidas o no hacen acto de presencia en días y días, cuando lo hacen sueltan agua y luego? Luego la nieve de nuevo……
Por eso cuando las temperaturas caen, la nieve está quieta y en silencio y las estrellas pueblan a miles el cielo, hay que estar atentos al día siguiente, desperezarse temprano y correr sin impaciencia en busca del “tesoro”, que si lo haces con contundencia, ímpetu, motivación y ganas, aparecerá y aparecerá en forma de pala nevada, limpia, quieta, brillante…….
Y es cuando tu, él o yo vamos a emprenderla, sin respiro, sin pausa, pero con respeto, eso es lo que ha ocurrido hoy, el día, la nieve y los astros se han unido para que un puñado de personas en cada lugar o rincón de la montaña, la descendiesen.