Intenta imaginar esto: después de haberte dejado el alma en tus esquís de travesía, acabas de coronar una montaña que todavía no ha “montado” nadie. Es como si hubieses vuelto a nacer. Una chaqueta The North Face con tecnología GORE-TEX® Pro Shell, extremadamente resistente a la abrasión, impermeable y transpirable está cumpliendo su promesa de calidad: a pesar del frío, te notas protegido y confortable, casi como si todavía estuvieras en la cama y todo fuera en realidad un sueño.
Frente a ti tienes una pendiente de 600 metros de desnivel de nieve polvo, sólo interrumpida por un gran cortado. Notas el frío intenso en la cara y te ajustas los guantes Reusch, también equipados con una membrana ultraligera GORE-TEX® con tecnología X-TRAFIT® que ofrecen una elevada tactilidad y un agarre seguro. Al ser impermeables y transpirables mantienen las manos siempre secas y calientes y permite evacuar el sudor sin perder temperatura corporal. Ahora sí que estás listo.
De repente, te impulsas con los palos y bendices el día en que a alguien se le ocurrió inventar el esquí de travesía. Pero hoy te estás superando y te sientes un auténtico freerider. Lo demuestras carveando el peralte que tienes a la derecha y yendo directo a un tubo. Mientras te deslizas hacia él, es como si flotaras: la nieve te cubre hasta la cintura, pero te notas con una libertad de movimientos tal que te ves capaz de hacer cualquier cosa.
Cuando saltas un obstáculo, es como si cayeras sobre un colchón de plumas. Es realmente increíble que tus pantalones Norrona equipados con la tecnología GORE-TEX® Performance Shell para reducir el número de capas te permitan estar completamente seco con la que está cayendo. Tu cuerpo, puede decirse, tiene su propio microclima.
Un último consejo: pruébalo, aunque sea una vez en la vida. Sólo así sabrás que cuando vas bien equipado con prendas GORE-TEX® cada bajada es única e irrepetible. También que no hay normas, sólo las que impone la naturaleza. Escúchala y disfruta: tu vida está a punto de cambiar.