Ficha técnica
Cumbre principal: Vignemale, Pique Longue (3.298 m).
Dificultad: PD+.
Desniveles: del refugio de Bayssellance a la Pique Longue, 647 m; de la Pique Longue al collado de Cerbillona, -103 m; del collado al Pic du Clot de la Hunt (subir y bajar), 94 m; del collado de Cerbillona al Pic de Cerbillona, 52 m; del Pic de Cerbillona al collado de Lady Lyster, -47 m; del collado de Lady Lyster al Pic Central, 35 m; del Pic Central hasta un pequeño collado, -62 m; del collado al Montferrat, 46 m; del Montferrat al refugio de Bayssellance, -568 m; del refugio de Bayssellance a la Hourquette d´Ossoue, 83 m; de la Hourquette d´Ossoue al Petit Vignemale (subir y bajar, 298 m/-298 m); de la Hourquette d´Ossoue al refugio de les Oulettles de Gaube, -583 m.
Tiempo: 7-8h
Material recomendado: Más allá del habitual para alta montaña, bota rígida, cuerda, piolet y crampones.
Cartografía: Alpina, Monte Perdido-Vignemale-La Munia, 1:30.000; IGN Top 25, 1647 OT Vignemale, IGN Top 25, 1748 OT Gavarnie.
Las rampas del Tourmalet, mítico puerto del Tour, y una de nuestros favoritos, ya sea en bici o en moto
Cómo llegar al refugio
Se puede acceder al refugio de Bayssellance desde Cauterets por el valle de Gaube, subiendo desde el Pont d´Espagne hasta el lago de Gaube (telecabina + telesilla o a caminando) para seguir subiendo hasta el refugio de les Oulettes y la exigente Hourquette d´Ossoue. También podemos llegar desde el refugio de Estom a través del Col des Gentianes o desde Gavarnie, subiendo por el valle de Ossoue desde el parquing situado junto al lago del mismo nombre.
El histórico refugio de Baysellance, donde cocinan platos de macarrones y sopas excelentes
Sea como sea, la ruta mas fácil y rápida para llegar a Gavarnie o Cauterets desde el Sur y el Este es entrando en Francia por el túnel de Bielsa, del cual hablamos no hace mucho pues los amigos de TROPOSFERICA se encargan del control de la meteo de dicha infraestructura. Pasaremos por St. Lary, el Col d´Aspin y el mítico Tourmalet, para llegar a Luz St. Saveur, desde donde seguiremos hasta Gedre y Gavarnie. La subida al Vignemale desde Bujaruelo es muy larga, con una aproximación en verano que pondrá a prueba nuestra resistencia, por tal motivo, siempre recomiendo realizar la aproximación por Francia, disfrutando de un interesante caleidoscopio de colores y paisajes realmente espectacular.
El Parque Nacional de los Pirineos es una gozada en verano (y durante todo el año)
Nuestro itinerario parte desde orillas del lago y el Barrage d´Ossoue, situado a 1.834 m, al cual se accede desde Gavarnie a través de una pequeña carretera que se convierte en pista forestal. Al llegar a Gavarnie (acercarse a la hostelería del circo y la cascada vale la pena) seguiremos subiendo en dirección a la estación de esquí de Gavarnie-Gedre, el Col de Tentes y el puerto de Bujaruelo (o de Gavarnie). Al cabo de unos 800 metros, encontraremos a nuestra derecha el desvío hacia la pequeña presa de Ossoue.
Con buen tiempo, la aproximación al Vignemale nos descubre paisajes realmente impresionantes
A los 4,6 km el asfalto de paso a la tierra, y tras dejar atrás la pequeña cabaña de pastores de Milhas (1.680 m), al cabo de 8,6 km nos encontramos con el fin de la pista, donde dejaremos el vehículo junto al Barrage d´Ossue (1.834 m). Desde este punto, seguiremos el GR-10 bien marcado que atraviesa una zona un tanto húmeda para empezar a subir en zigzags hacia el refugio de Bayssellance.
Un descansillo subiendo a Baysellance. Unos frutos secos y un buen trago de agua.
El paisaje es una maravilla, poco a poco vamos ganando altitud, siguiendo en todo momento las marcas rojiblancas. Dejaremos a nuestra derecha una elegante cascada, cruzaremos (depende del año) algún que otro nevero bajo el Montferrat y, ganando altitud progresivamente, llegaremos a las grutas de Bellevue, excavadas por el Conde Russell durante sus aventuras en el Vignemale. Poco a poco nos adentramos en un paisaje espectacular de alta montaña, rodeados de crestas y cumbres que nos invitan a ser conquistadas.
El refugio de Baysellance (2.651m), el más alto del Pirineo, con guarda
Una vez que dejamos a nuestra izquierda el desvío hacia el glaciar de Ossoue y las cumbres del Vignemale (que tomaremos al día siguiente), ya sólo nos quedarán cien metros de desnivel para llegar al refugio de Bayssellance (2.651m), justo a los pies del Petit Vignemale (3.032 m) y por debajo de la Hourquette d´Ossoue (2.734 m). A buen ritmo, desde el aparcamiento al refugio invertiremos unas dos horas y media, máximo tres horas. Recomendamos subir a última hora del día o antes de las 12 del mediodía, pues la subida por el valle de Ossoue es más dura que la del valle de Gaube y el calor en pleno verano puede ser sofocante.
El camino de subida hacia las cumbres del Vignemale, unos metros por debajo del refugio
Toda una institución en el mundo del pirineísmo, el histórico refugio de Baysellance abrió sus puertas en 1899, gracias a los esfuerzos de Russell y Vallot. En la actualidad, el nuevo refugio conserva el mismo espíritu arquitectónico que el original (con su tejado en curva). Es el refugio guardado más alto de los Pirineos y fue el primero en tener guarda. Por su confort interior y por su excelente cocina (las raciones son realmente generosas), estamos hablando sin duda de uno de los mejores refugios de toda la cordillera. Personalmente me tiene el corazón robado. Un pequeño apunte, ¡ojo! con dar de comer a las marmotas que viven a pocos metros del refugio, pues cada día están mas grandes y no es bueno para su salud.
Descripción del recorrido
Travesía de cumbres
Tras el suculento desayuno que nos ofrece Pierre Lafont, el nuevo guardián del refugio desde mayo de 2014 (reemplazando a la Sra. Paola Gavard), bajaremos unos cien metros por donde subimos el día anterior hasta llegar a un desvío a mano derecha, donde seguiremos un marcado sendero que se enfila directo al glaciar de Ossoue. Avanzaremos durante unos metros por un sendero muy cómodo que poco a poco se va adentrando en la morrena del glaciar. Dependiendo del año encontraremos mas o menos nieve antes de llegar al hielo, cambiendo el punto en el que nos calzaremos los crampones.
El hielo del glaciar de Ossoue, bien visible en agosto
Tras superar los bloques de piedra de la morrena, seguiremos subiendo por terreno descompuesto (suele estar marcado/señalizado con hitos) hasta situarnos debajo del Montferrat, llegando hasta un punto en el que la nieve y el hielo cubren la roca. El glaciar de Ossoue hay que atravesarlo encordado y con crampones, recordando en todo momento que el hielo está vivo (atención a las enormes grietas en julio y agosto). A nivel de seguridad y prevención de riesgos, jamás nos adentraremos en un glaciar con calzado deportivo de baja calidad, sin crampones, ni palos telescópicos o piolet. Hemos visto cometer aunténticas atrocidades en glaciares del Pirineo y los Alpes, y ya lo dice el dicho: - "Más vale prevenir que curar". Encordarse nos puede salvar la vida, pues podemos frenar la caída de un compañero y viceversa, algo que hoy en día mucha gente no tiene en cuenta, y luego aumentan los rescates...
Alguns grietas tienen muchos metros de profundidad, los crampones, siempre bien ajustados
Atravesaremos el glaciar con precaución, cruzando en diagonal de izquierda a derecha hasta llegar a la base de la Pique Longue. Poco a poco vamos ganando altitud, progresando encordados. Si vamos en grupo, máximo cordadas de dos, siempre con el piolet en la mano bien sujeto por otra cuerda o cordino a nuestro arnés. Las grietas del glaciar de Ossoue son enormes en verano, por tal motivo, no debemos subestimar el poder del hielo y menos en el único glaciar de lengua de todo el Pirineo.
Nuestro avance por el glaciar nos conducirá hasta un punto en el que a nuestra derecha se abrirá una brecha o corte natural en la roca, es espectacular balcón que nos ofrece la salida del impresionante y mítico Couloir de Gaube que sube desde el glaciar de les Oulettes de Gaube, unos 1.000m a nuestros pies.
La salida del Couloir de Gaube, impresionante es poco
Aprovechando que vamos encordados, merece la pena asomarse al Couloir para descubrir una de las vías de escalada en hielo más espectaculares de Europa, conquistada por primera vez por Henri Brulle, Roger de Monts, Jean Bazillac, François Bernat-Salles y Célestin Passet el 7 de agosto de 1889, escalando por la salida directa. El 15 de julio de 1933, J. Aussat, Henri Barrio y Joseph Loustaunau fueron los primeros en escalar el couloir por la salida en roca de la pared de la Pique Longue.
La pequeña cueva o gruta Paradís, obra del Conde Russell durante sus aventuras por el Vignemale
Una vez llegamos a la base rocosa de la Pique Longue, recomendamos dejar las mochilas bien señalizadas justo donde termina el hielo para trepar por la roca con mayor comodidad. Tras una corta trepada (extremar las precauciones en caso de lluvia, nieve o niebla), alcanzaremos la gruta Paradís que el conde Russell excavó a pocos metros de la cumbre, donde podemos ver la placa en su honor. Recomiendo prestar atención a otras cordadas o a las trazas de sendero que el tiempo y el paso de montañeros ha dibujado en la roca para no equivocarnos a la hora de subir a la Pique Longue. Un pequeño desvío nos obligaría a superar algún que otro paso de II-III grado.
Placa en memoria del "Señor del Vignemale"
A nivel histórico, es importante mencionar que el peculiar conde inglés Henry Russell había arrendado la montaña a finales del siglo XIX, horadando en ella varias grutas donde pasaba las noches con sus amigos intelectuales. Eran otros tiempos y a falta de videojuegos, Netflix o Gran Hermano, perforar varias cuevas a más de 3.000m podía ser una actividad muy entretenida para realizar entre amigos o en solitario. Henry Russell pensó que necesitaba una cueva aun más arriba, prácticamente en la cumbre del Vignemale, para poder pasar más tiempo a más de 3.200m. Así pues la pequeña cueva Le Paradis sería construida a golpe de explosivo entre los años 1892 y 1893, 18 metros por debajo de la cima. Habían pasado 30 años desde su primer ascenso a la Pique Longue y el conde Russell quería celebrar sus “bodas de plata” creando el abrigo o refugio libre mas alto de todo el Pirineo.
En la cumbre de la Pique Longue, con algo de niebla subiendo...
Sin problemas llegaremos a la cumbre de la Pique Longue del Vignemale (3.298 m), con su vértice geodésico y su cara Norte desafiándonos a nuestros pies. El panorama en días claros es realmente abrumador, con todo el cordal fronterizo extendiéndose ante nuestros ojos hacia el O y el E, sin olvidar las cumbres y los valles que se abren hacia el N y S. Desde la cumbre mas alta del Vignemale podemos observar las cumbres de Navarra, el Balaitñus, todas las cumbres que rodean el Valle de Ordesa, el Monte Perdido y mas allá...En ocasiones, puede formarse algo de niebla a primera hora de la mañana, siendo necesario tener una buena capacidad de orientación al avanzar por glaciar. Nosotros siempre llevamos a mano el mapa, frontal, brújula y GPS.
Junto al pequeño lago de Ossoue dejamos nuestro vehículo, ahí está, en el fondo del valle
Desde la cumbre podemos alcanzar el Clot de la Hunt (3.289 m) de dos formas: cresteando con cuidado (pasos muy aéreos de IIº) o bajando al glaciar para ascender al collado de Cerbillona y desde allí a la cumbre trepando sin dificultad. Unos metros por encima del collado de Cerbillona, a 3.205 m, Henry Russell construyó sus tres primeras grutas, una para él, otra para los guías y otra para las damas. La primera, la Villa Russell, se inauguró el 1 de agosto de 1882.
Compartiendo anécdotas a más de 3.000m con unos amiguetes valencianos
Hoy en día se encuentran en buen estado y en casos de emergencia pueden ser de mucha utilidad. Miden 3 m de largo, 2,5 de ancho y 2 de alto. Del collado de Cerbillona (3.195 m), ascenderemos fácilmente al Pic de Cerbillona (3.247 m) y descenderemos unos metros hasta el collado de Lady Lyster, desde donde seguiremos la afilada cresta hasta el Pic Central (3.235 m). Tras superar una serie de resaltes rocosos prestando atención a la roca (la cresta es muy aérea), alcanzaremos en poco tiempo la cumbre del Montferrat (3.219 m). Desde el Montferrat se desciende hasta el inicio del glaciar de Ossoue, y siguiendo el mismo itinerario de subida volveremos al refugio de Bayssellance para reponernos. Si estamos realmente fatigados, podemos dormir en Bayssellance y dejar el Petit Vignemale para nuestra segunda jornada, pues una vez alcancemos su cumbre, todo el camino será de bajada hasta volver a subir al lago de Chabarrou.
El sobrepeso debido a la ingesta de comida basura no ayuda a las marmotas (ni a los humanos)
Si nos sentimos con fuerzas, seguiremos subiendo durante unos diez minutos hasta la Hourquette d´Ossoue (2.734 m), para subir y bajar en una hora al Petit Vignemale (3.032 m). Desde la Houquette d´Ossoue podemos bajar hasta el refugio de Les Oulettes de Gaube (2.151 m), dejando a nuestra derecha el desvío al Col d´Arraillé y el lago de Estom y pasando por la Fontaine du Centenaire (fuente del centenario) y el pequeño abrigo La Villa Meillón.
La subida al Petit Vignemale no reviste ningún tipo de dificultad, siendo uno de los tresmiles más visitados del Pirineo, y para muchos montañeros, el primero de su colección
Ésta es una de las pocas travesías de alta montaña del Pirineo en la que se pueden coronar seis tresmiles en una sola jornada. Dependiendo de nuestro estado de forma, podríamos añadir a la lista la Punta Chausenque y el Pitón Carré, subiendo desde el glaciar, pues aunque nos hacen perder tiempo, no revisten mayor dificultad que la de tener cuidado al ascender y descender por su pulida roca. Un último apunte, en este caso relacionado con la fauna local. En el refugio de Baysellance, recomiendo no dar de comer a las marmotas que se acercan a los montañeros. Algunas de ellas han ingerido tal cantidad de productos no naturales, que han aumentado su peso considerablemente.
ADRIEN BAYSSELLANCE (1829-1907)
Alcalde de Burdeos. Presidente de la sección sur-oeste del CAF.
El refugio de Bayssellance está dedicado a la figura de uno de los padres del pirineísmo en Francia, Adrien Baysellance. Hijo de familia protestante, su padre fue notario en Bergerac. Siguiendo la tradición familiar, Adrien estudió en la escuela protestante de Sainte-Foy la Grande para seguir el bachillerato en el Collège Royal de Metz. En 1846 fue admitido en la escuela politécnica y se licenció como ingeniero de puentes y caminos. Especializado en temas marítimos, siguió estudiando en la escuela de Lorient y en 1850 se inició como ingeniero en Brest para seguir en 1854 en Rochefort. En 1859 se trasladó a Tarbes, donde trabajó conjuntamente con el departamento de La Gironde. Durante sus vacaciones, Bayssellance realizó diversos viajes turísticos al Pirineo, y en 1872, tras muchos años de intenso trabajo, publicó un interesante relieve a escala 1/40 de las montañas del valle de Ossau. Un ejemplar del mismo se encuentra en el museo de Pau y otro en Eaux-Bonnes. Todavía hoy sorprende ver el efecto óptico de dicho relieve, pues por el nivel de detalle y su calidad puede considerarse una pequeña obra de arte. Bayssellance compaginó su labor profesional con su amor por los Pirineos y siempre que podía escribía artículos donde se ponía de manifiesto su capacidad narrativa y descriptiva. En uno de ellos analizó con detalle los efectos del periodo glacial en el valle de Ossau.
La mayoría de artículos de Bayssellance se publicaron en el boletín de la sociedad Ramond y dentro del anuario del CAF (Club Alpin). Adrien Bayssellance alcanzó una gran fama cuando fue elegido alcalde de Burdeos y presidente de la sección sudoeste del CAF. Bayssellance fue testigo directo de las grandes hazañas alpinas en el Vignemale, como la primera gran ascensión invernal realizada en Europa, que llevaron a cabo Henry Russell, Hippolyte Passet y Henry Passet (11-02-1869) o la primera ascensión por el Clot de la Hount, a cargo de Henry Brulle, Jean Bazillac y los guías Sarrettes y Bordenave (12-08-1879), considerada como el inicio del pirineísmo de dificultad en el Pirineo. Su pasión y su dedicación por mostrar la belleza del Pirineo son la razón de que se bautizara con su nombre el primer refugio guardado del Pirineo (y el más alto) y una calle en Burdeos, la Rue d´Adrien Bayssellance.
