Monotema en todos y cada uno de los remontes, se hablaba de los dos fatales accidentes y la mala suerte en cada uno de ellos, porque lo que yo he podido presenciar son accidentes que la estación poco ha podido hacer, accidentes que a veces no se sabe porque, pero pasan, desgraciadamente.
Eduardo Roldán, director de la estación de Candanchú dio un comunicado de prensa, en el cual hacía referencia a los dos accidentes mortales.
El primero de ellos, se trataba de Paul C., 39 años y natural de Saint Vicent de Paul (Francia), quien sufrió un accidente que le causó diversos traumatismos cuando esquiaba en torno a las 12:30 horas por una de las pistas azules de la estación, perdió el equilibrio y cayó por una ladera.
Hoy he estado en la zona y lo cierto es que muy difícil se me hace a mi que la estación pudiera hacer más de lo que hay hecho, claro, que siempre se puede hacer más. Sinceramente, la pista azul Rey Juan Carlos es una pista ancha con vallas y unas redes y perfectamente señalada. Lo que he visto yo es que para despeñarte para el otro lado una de dos, o vas descontrolado y chocas contra las vallas y saltas para el otro lado o se me hace difícil que suceda algo raro. A no ser que voluntariamente quisieran hacer el fuera de pistas de atrás, no lo se. Lo que si he visto, porque me he asomado, la nieve está totalmente helada fuera de las pistas, un error puede ser fatal y la caída es tremenda, y si te das con alguna roca en un mal sitio puede pasar lo peor.
Es cierto que la estación tiene que tener todo lo que son pilonas bien protegidas, y en los lugares donde haya peligro de poderse despeñar por un cortado esté bien señalizado y con vallas y aun así siempre estará ahí la buena o mala suerte de que nos pase o no algo terrible en las pistas. Es cierto que la estación está obligada a los pasos más delicados y que puedan causar golpes graves están bien protegidos y señalizados, y si no cumplen las normas de seguridad que la estación pague por eso.
El otro accidente que se produjo, murió Anastasio Z.C., de 67 años y vecino de San Sebastián, quien sufrió diversos traumatismos al impactar contra una pilona de un telesquí en el que se desplazaba. Las mismas fuentes apuntaron que al parecer, según varios testigos, al llegar al final perdió el equilibrio y, tras deslizarse por una pendiente, impactó contra la pilona que como podremos ver en la foto estaba bien protegida.
Yo ni estoy a favor ni en contra de ninguna estación de esquí, solo que esta al tenerla cerca y poder estar en los lugares de los accidentes he querido estar para ver si le podemos buscar entre todos el porque de las cosas.
Despues de mucho reflexionar en Candanchú esta mañana de como han podido ocurrir sendos accidentes he llegado a la conclusión de que estamos en un "medio natural", en el que la estación tiene la obligación de protegernos ante cualquier obstaculo que nos puedan causar daños irreversibles y señalizar los puntos más peligrosos y vallarlos o protegerlos, pero no olvidemos que nosotros somos los responsables de nuestros actos, si yo me arriesgo a buscar sensaciones diferentes y salirme fuera de pistas tengo que asumir mi responsabilidad y riesgo que eso conlleva y si la nieve está rápida (dura), tendremos que maximizar las precauciones, y si hay niebla, disfrutar en mejorar nuestra técnica en pistas más facilitas y no arriesgarnos por pistas que desconozcamos y jugarnosla. Tenemos que tener en cuenta que en la montaña las condiciones climáticas nos cambian en menos de lo que canta un gallo y las estaciones de esquí están en plena naturaleza, en las montañas.
Ojalá y deseo de corazón que accidentes como estos no vuelvan a suceder en las estaciones de esquí, y si Candanchú ha podido hacer algo para salvar estas dos vidas se pongan manos a la obra y que puedan prevenir otros posibles accidentes venideros.
Recordar que la montaña es muy caprichosa y se queda con quien quiere.
Desde aquí mi más sentido pésame a los familiares y amigos de los dos compañeros de esquí.