Sin ir más lejos, en Candanchú no sabían de donde sacar nieve hoy para llevarla allá donde más se necesitaba para reparar pistas, sobre todo a la parte baja de la estación. Está claro que la nieve nos viene del cielo, y cuando no nieva, tenemos que estar esperanzados al frío para poderla producir, pero cuando no hay ni una cosa ni la otra... es complicado mantener un mínimo de calidad en las pistas por mucho que se esmeren. Los que vivimos practicamente dentro de la estación, vemos el gran esfuerzo que esta gente lleva a diario para que al día siguiente los usuarios se encuentren las pistas en las mejores condiciones posibles.
Muchos pensarán: "que ni es mucho ni poco, simplemente es su trabajo...", y si, por supuesto que es su trabajo pero también digo que con un centro invernal con montones de nieve y unas condiciones meteorológicas favorables las lleva cualquiera y, realmente donde se ve la mano humana el gran esfuerzo realizado es cuando tenemos condiciones como las que estamos sufriendo durante toda la temporada en "nuestras estaciones de esquí".
Candanchú, por lo que me han ido comentando diferentes profesionales del sector, es una de las estaciones más complicadas de mantener en buenas condiciones por el fuerte desnivel en sus pistas y al mismo tiempo lo accidentado del terreno. Zonas totalmente irregulares que, en ocasiones necesitan de hasta más de un metro (ejemplo zona Tuca) para poder pisar una pista... dejándola uniforme con un espesor que no llega a los 40cm en general. Las montañas que forman Candanchú las conozco bastante bien de "patearlas" en verano, y comentar que carecen prácticamente de praderas, sus laderas son realmente lo que conocemos como escarpadas y muy pedragosas.
Otro factor a tener en cuenta es la altitud, clima y orientación. Candanchú parte de 1570m. y al parecer comienza a ser una altitud cada día más justa para recibir grandes cantidades de nieve, aunque eso el tiempo nos lo dirá...