Primera Vez en La Parva y en Snowboard
Todo comienza con la compra del snowboard y el equipo en La Picada del Ski, como era primera vez (y decidido a seguir) me compre un snowboard usado con fijaciones y botas, a un precio conveniente, luego complete el equipo en las bodegas que están en Quilicura, como la Maui por ejemplo, descuentos hasta un 70%.
Luego de averiguar como subir, me levanté tempranisimo para tomar el minibus afuera del omnium que por $10.000 me dejaría en la Parva. A las 7:40 salimos desde ahí, el minibus realmente cómodo, el chofer (extranjero por su acento) muy cordial, amable y un buen gusto por la música.
El viaje se hizo realmente corto, en el camino carabineros nos avisa que el uso de cadenas es desde la curva 15, pero realmente las colocamos casi llegando arriba, imagino que por el tipo de transporte porque los vehículos livianos tuvieron que colocar cerca de la curva 20.
Ya llegando a La Parva el paisaje era espectacular, la nieve acumulada era cerca del metro o un poquito más...
La primera vez que uno hace las cosas siempre debe preguntar y no seguir a la masa... eso lo aprendí ayer. Luego de cambiar mi ticket, gratis por ser cliente del banco de Chile, llegué siguiendo a la gente a un andarivel de arrastre, (La Parva Chica). Antes de subir, me aseguré de leer y revisar una serie de tutoriales de como andar en snowboard, por lo que sabía al menos como colocarme las fijaciones y que debía tener libre el pie trasero al momento de subirme. No me sirvió de mucho porque lo que nunca leí fue que se requiere una correa de seguirdad para el snowboard, ($2.000 en la tienda de abajo). Con la correa ya empecé marcha nuevamente al andarivel, convencido que me llevaría a algún punto de encuentro o café o canchas básicas.
Cuando por primera vez te subes a uno de esos andariveles de arrastre, sin siquiera saber hacer snowboard, es aterrante la sensación, se paraliza todo, no sabes que hacer. Lo bueno es que los tutoriales decían... "Avisale al tipo que esté ahí, que es tu primera vez"... así lo hice, y antes de subir, me explicó una serie de normas básicas de como mantenerme en pie y que hacer en caso de que me cayera. Cuando te colocan el "sillín" y te sueltan, el tirón es tan fuerte que la cabeza, brazos, espalda y miedos se quedan atrás, y es tán rápida la partida que no tienes tiempo de devolverte a buscarlos. Luego de sobrevivir al camino, el segundo problema es bajarte... casi sigo colgando... así que opte por la forma más facil.... de boca al suelo y arrastrarme rápidamente para salir del camino.
Luego de sacudirme el aturdimiento y la nive, me di cuenta que no estaba en ningún punto de encuentro sino que en la mitad de una pista, y que para llegar a donde fuese tenía que subirme a la tabla. Ni cuento la cantidad de porrazos que me costo llegar a la escuela de ski. Hubiese sido más fácil llegar rodando. Tanto fue el dolor y el cansancio que llegando abajo preferí parar por un Chocolate Caliente ($2.200). La pequeña mochila que llevaba fue más un dolor de espalda que una ayuda, por lo que tuve que pagar un locker ($2.000).
Luego de entrar en mí nuevamente retomé el aprendizaje, esta vez en el lugar apropiado para hacerlo. La escuela. Sin pagar profesores ni nada, comencé a poner en práctica toda la teoría leida. Piernas flectadas, movimiento talón punta, porrazo, talón, punta porrazo. Ni contar la cantidad de caídas que tuve, y sin contar que casi arroyo a un grupo de niños que estaban aprendiendo.
Luego de estar toda la mañana en eso me atreví ya a bajar por la pista fácil, Manzanito. No era tan fácil para un novato pero sirvió para aprender. Caídas y más caidas. La nieve estaba espectacular en todo caso, no costaba nada girar y dolía menos caerse porque te enterrabas. Lo único malo, fuera de la pista (a donde iba a parar cuando me caía) más de medio metro de nieve blanda, donde quedabas enterrado y costaba salir.
Después de tantos porrazos, llegué a bajo a descansar un rato con una cocacola ($1.450).
Debo decir que ya lo estaba pasando genial, adolorido pero feliz. No me costó tanto mantenerme por más de dos segundos arriba de la tabla. Ya más repuesto y valiente, tomé el andarivel de arrastre y me dejó arriba nuevamente, esta vez logré bajar de forma más fácil y las caídas se distanciaban más. Bajé hasta el andarivel de telesilla.
Me atreví,... y me subí. Hasta ahora llevaba solo tres horas de entrenamiento arriba de la tabla.
El día estuvo espectaular, mucho sol, nieve y no tanto frío.
Una vez en los 3.100 Nevada. Descansé un rato y disfruté del hermoso paisaje.
Decidí bajar y me fuí pr la ruta de principiantes.
La bajada no costó tanto, uno que otro porrazo. La diferencia con las anteriores caidas, es que eran menos, pero a más velocidad, por ende, más dolor. En una serie de foros dicen que lo más importante es no mojarte, creanme, lo más importante no es mojarte, es mantenerte caliente. En una de las caidas mi pantalón quedó abajo y la parka arriba por la cabeza... mojado hasta los huesos. Pero me abrigué bien, y pese a estar muy mojado, mantuve el calor y no hubo ningún problema.
Ya avanzado el día, y con mucha más técnica, me hice el valiente nuevamente y me subí por tercera vez a una telesilla, esta vez con destino Aguilas, una de las partes altas de la parva.
La nieve estaba virgen, una que otra huella fuera de la pista, por la sombra, en algunas partes había hielo, y eso era dificultad mil para un novato, porque costaba enterrar los cantos. Pero la vista y la diversión era recompensa suficiente para el dolor.
En resumen, una experiencia fabulosa, mucha nieve, expectacular para aprender, muy poca gente, en los andariveles no hacias fila, poca gente en las pistas, el día excelente, mucho sol, poco frío.
Lo malo... cuando es primera vez siempre pagas el noviciado... me tocó con el minibus... como buen mortal, a las 16:30 estaba listo, y caminando al minibus que partía a las 17:00, tenía tiempo más que suficiente para llegar, dejar la tabla e ir a cambiarme de ropa... el problema, como no conocía La Parva, caminé para cualquier lado, pregunté a una señora que atendía un local y me dijo espera el camioncito que te lleva para allá para que no te pierdas más... el camioncito pasó, se subió mucha gente, pero sorpresa fue que se dió una vuelta y partió para ARRIBA!!!! se dió una vuelta hasta la parte alta de la parva, y luego bajó (pasando por donde lo había tomado) y llegó abajo donde "me esperaba el minibus". Ok, no me esperaba... estaba ya partiendo y alcanzó a verme el chofer, quien nuevamente con amabilidad y sorprendido de verme paró y me subió. Pensaron incluso que me había pasado algo y habían preguntado al personal si estaba muerto yo por ahí. Gracias a Dios alcancé a subirme, el problema es que me fui mojado hasta Santiago.
Es completamente recomendable para quien quiera aprender arriesgarse a probar, no hay que temer caerse, porque ví caídas peores que las mías de gente con más experiencia. Ví tipos experimentados enterrados hasta la cintura de nieve por salirse de las pistas... pero si te mantenías en la pista ningún problema. Uno sabe sus límites, la primera vez hazles caso, sigue las indicaciones de los "expertos" que andan cerca tuyo, no teman de preguntar o hacer el ridiculo, a veces si tienes dos caminos mejor espera a que aparezca alguien y pregunta. El resto.... mucho tezon y fuerza para pararte y seguir haciendolo.
Por mi parte fue un día espectacular que no olvidaré y que fue el inicio de mucho, ya estoy planeando ir nuevamente.
Les dejo las rutas que seguí y a las cuales sobreviví, porque de verdad que estando ahí, con el plano en mano, no sabías por donde seguir ni cual era la ruta fácil. Por eso, yo siendo primera vez que subía, primera vez que hacía snowboard, siendo siempre cuidadoso y criterioso seguí estas rutas y a pesar de una que otra caída, sobreviví sin ningún accidente.
Saludos a todos y gracias por los consejos