"¡Estoy bien, estoy bien!", gritó el esquiador Ian McIntosh una vez que su aparatosa caída se detuvo. El rider rodó por medio kilómetro en la montañas de Neacola, Alaska; a más de 1.600 metros de altura.
Ian McIntosh, freeskier canadiense con una más que dilatada experiencia en freeride, puede decir que ha vuelto nacer después de protagonizar una de las caídas más sobrecogedoras que hemos visto nunca en la montaña. Este veterano rider estaba grabando una toma en Alaska para Paradise Waits, el último proyecto de Teton Gravity Research, cuando nada más empezar a bajar por una impresionante pendiente tropezó con una zanja. A partir de ese momento, descontrol total en una aterradora caída.Ian empezó entonces a precipitarse descontrolado ladera abajo en una caída de 487 metros de desnivel en un minuto. Perdió un esquí y la inclinada pendiente hacía difícil, por no decir imposible, parar una caída que a todas luces podía tener consecuencias fatales. Sin embargo, ya sea por la experiencia del canadiense, por el material de seguridad, por suerte o por una combinación de las tres, Ian tiró de su airbag y se dejó llevar por la montaña. Tras un interminable minuto golpes, volteretas y saltos, Ian estaba en el pie de la ladera vivito y coleando.
Casualmente el rider canadiense protagonizó otra no menos espectacular caída rodando también para Teton Gravity Research la película One for the Road, y también en Alaska. En aquella ocasión salió con el fémur roto y un largo periodo de rehabilitación.
Fuente: Nevasport Noticias