Desde la empresa que explota el cerro, se emitió este comunicado, que causó sorpresa e indignación entre turistas y residentes de la cercana ciudad de San Martín de los Andes, y en la comunidad de amantes de la nieve en general:
"Chapelco Ski Resort informa que en el día de hoy, debido a un acto de sabotaje se vio interrumpida la provisión de energía eléctrica en el Centro de Esquí, desde las 10.42 hs hasta las 15.10 hs.
Personal del Cerro Chapelco, personal del EPEN y efectivos de la Comisaría 23 de la Policía de Neuquen constataron en el área del Vivero Provincial, lindero a la Ruta Provincial 19, la existencia de un pino aserrado que cayó sobre la línea de media tensión que provee de energía al complejo. De acuerdo a las pericias realizadas también pudo constatarse que el árbol fue aserrado en horas de la mañana de hoy de tal modo que el único ángulo posible de caída fuera sobre dicha línea, provocando el corte en el abastecimiento de energía a Cerro Chapelco.
Debido a la evidente intencionalidad del hecho, Nieves del Chapelco ha realizado la denuncia policial por la que tomará intervención el Juzgado Penal de Instrucción de la ciudad de Junín de los Andes, a cargo del Juez Dr. Jorge Criado.
Chapelco Ski Resort lamenta las molestias ocasionadas por este hecho ilícito, totalmente ajeno a la empresa."
Pero las explicaciones no satisfacieron a muchos esquiadores y snowboarders que concurrieron al cerro y pagaron su medio de elevación. Según pudo leerse en las redes sociales, muchos usuarios indignados intentaron que se les devolviera el dinero abonado, obteniendo como respuesta de la empresa la imposibilidad de proceder a la devolución, ofreciéndoseles a cambio un comprobante a ser canjeado por un nuevo ticket de medios la temporada siguiente. Algunos llegaron a aventurar una posible acción de sabotaje de parte de la comunidad Mapuche (etnia perteneciente a los llamados pueblos originarios). Tampoco fue suficiente el ofrecimiento a los damnificados de café y chocolate caliente si costo en la confitería del complejo. Y es que el reclamo más escuchado se refería a la inexistencia de generadores de energía de emergencia lo que habría ayudado, al menos en cierto grado, a paliar la situación. Hasta que el suministro fue reestablecido muchos empleados debieron refugiarse en las oficinas del complejo, las que a su vez debieron ser custodiadas por la policía local ante el temor de que los usuarios que requerían la devolución del dinero abonado se tornaran violentos.
