Buenos Aires, 24 de octubre (Télam).- Un sistema de alerta temprana de niebla para las rutas y un fermento láctico para el biocontrol de hongos en panificados obtuvieron el premio mayor de "Innovar 2008", a las mejores innovaciones en siete categorías, que distinguió a 46 inventores que recibieron entre 3.000 y 10.000 pesos, entre los mismos se encuentra una silla de esquí adaptada, que si bien no es un invento es una gran innovación en el tema.
Su objetivo siempre estuvo claro: encontrar un producto que pueda igualar a las personas. Mariano Wainztein elaboró su tesis final para la carrera de Diseño Industrial con un producto que, si bien no es un invento, es una gran innovación en el tema. Se trata de una silla de esquí adaptado. "Es una tabla de snowboard con una silla aplicada para personas con discapacidades motrices de la cintura para abajo", detalla este porteño de 31 años que se llevó 3.000 pesos como premio en la categoría Diseño Industrial. "El esquí es un deporte que pocos discapacitados practican porque hacerlo es caro, pero yo quiero que tengan acceso", explica Wainztein, que ahora busca comercializar el producto. "Creo que puede ser muy útil", dice el muchacho, feliz por su primer éxito en la materia.
Esperemos que mucha más gente siga sus pasos y que este deporte sea accesible a muchas personas que les supone un gran desembolso el hacerse con una silla y que se abaraten los costes.