Hace 3 años Leonardo Martínez sufrió una rotura en la espalda saltando en el Snow Park. No se cruzó de brazos, y un año después de la caída se enfrentó a las pistas.
Hace unos días Leonardo Martínez, conocido por todos en el centro de esquí malargüino como "Poke" se deslizaba con total soltura en su monoesquí, ante el asombro de los turistas que visitan Las Leñas. Él mismo explica que el hecho de volver a esquiar le produce sensación de libertad y que logró regresar a la nieve porque a pesar de su problema, nunca bajó los brazos.
El 20 de agosto de 2005 Leonardo, quien hoy tiene 28 años, saltó en sus esquíes sin saber que en la caída sufriría el accidente que le cambiaría la vida.
En aquel entonces el chico oriundo de Malargüe era instructor de esquí en el centro invernal ubicado en ese departamento, por eso el deporte invernal no sólo era su pasión sino también su manera de ganarse la vida. Pero lejos de caer en depresión, el joven se hizo fuerte para un año después de la caída volver a practicarlo.
"Cuando terminé la recuperación volví un verano al lugar donde me caí. En ese momento me pasaron muchas cosas, pero también me di cuenta que no estaba todo dicho, que tenía que volver a intentarlo. Al año, y gracias a mi novia y a mis amigos que me ayudan siempre volví a esquiar, a sentir esa libertad de moverme por la montaña que tanto quiero", comentó Leonardo.
de Las Leñas y se deslizaba con total soltura en su monoesquí. |
Hoy Poke sonríe a cada rato y saluda a cientos de amigos que fueron compañeros de trabajo hace unos años, a todos los abraza como si hiciera años que no los viera. "Ellos me ayudaron mucho, incluso ponían urnas en el centro de esquí y hacían fiestas para recaudar fondos para mi tratamiento", confiesa.
Otra de las personas que logra que Leonardo sonría todo el tiempo es Florencia (25 años). Esta chica había visto apenas un par de veces a Leonardo antes de su accidente. Pero como vivía en Buenos Aires y el joven mendocino estaba haciendo su recuperación en esa provincia, apenas se enteró de lo ocurrido lo empezó a visitar en la clínica. Hoy son novios, ella se mudó a Malargüe y sienten una enorme admiración uno del otro.
"Es muy loco lo que me pasó, después del accidente que fue algo tan complicado la conozco a ella que fue lo mejor que me pasó. Me visitó una vez para ver cómo estaba y luego empezó a ir todos los días, hacía 50 kilómetros hasta el hospital donde yo estaba internado, es de fierro. Ahora es mi gran amor y una de las personas que hizo que lejos de tener una depresión por lo que pasó, mi carácter siga siendo tanto o más alegre que antes del accidente", cuenta sin poder ocultar su emoción.
Junto a su hermano, Leonardo está montando por estos días una fábrica de esquís llamada 2 Co. "Ya hemos hecho pruebas y nos ha ido muy bien", agrega. Pero además cada vez que el joven malargüino ve a alguien en silla de ruedas, trata de aconsejarlo para que se acerque al deporte. Su acertada teoría dice que las únicas limitaciones para ellos "son las que la sociedad impone".
"Hace un tiempo hice unas remeras que dicen Try again, que en inglés significa intentá de nuevo. Esa es mi filosofía de vida. Todos tenemos problemas, unos más complicados que otros, pero la mejor manera de salir es seguir intentando todos los días, no pierdes nada y con voluntad se logran muchas cosas". Una jornada más de esquí va terminando en Las Leñas y Poke cambia su silla de esquí por una con ruedas para ir a comer junto a sus seres queridos.
Ellos lo reciben con una broma y él vuelve a reírse con ganas. Otra vez había intentado desafiar a la montaña y lo había logrado. Es que eso, según confiesa, lo hace más que feliz.
Fuente Diário Los Andes