Los habituales de Nevasport ya sabéis que "La Quedada" es uno de los fines de semana más esperados en esta casa. Entendéis de qué va y cómo se desarrolla. Para los que no sois tan "Nevasporianos" trataré de explicar qué es. Aunque no es fácil.
La Quedada es un evento en el que nos juntamos unos cuantos apasionados de la nieve en un ambiente festivo, distendido y divertido para pasarlo bien en torno a la nieve. Bueno. Eso, realmente, puedes hacerlo muchas veces al año. La diferencia, creo, es que básicamente a ese evento vamos "foreros". ¿Y qué es un "forero"? Bueno, eso es más difícil de explicar. Un forero es una persona (iba a poner "normal y corriente", pero no sé si eso cuadra con la mayoría de foreros, muchos somos un poco "frikis"). Pero sí, podría ser una persona que vive apasionadamente la nieve y se relaciona en los foros que hablan de ella.
Pero claro, si pones a muchos apasionados hablando de nieve sin límites (uno foro son 365 días al año, 24 horas abierto), y durante mucho tiempo, se crean vínculos. Y esos vínculos son los que te llevan a una quedada. En este caso a "La Quedada".
Por eso no es fácil explicar a quien no sepa qué es esto, la alegría que me da dar un abrazo a nuestro querido Abuelo Carver, o a Carme, o a Miri, Aeon, Coto, Teresa, Dieguito, Manuel, Ratón ... Y así hasta más de 200 personas, imposible nombrarlas una a una, pero todas ellas muy importantes. Y todavía te puedes preguntar "pero ¿quién es esa gente?" Pues esa gente son personas con las que compartes, conversas, aconsejas y te aconsejan, debates e incluso discutes temas que tienen que ver con el esquí, que a ellas les gusta y a ti también. Y las tienes ahí, a toque de teclado. Esperándote, para lo que quieras. Al principio solo para esquí, pero luego para muchas cosas más. Alguno para todo.
Pues me presenté en cuanto pude. Calculo que sobre las 8 de la tarde del viernes, con cuatro gotas de agua estropeando mi peinado especial para una tarde noche especial. Y sí, las vi caer con recelo, y no solo por el pelo sino porque al día siguiente había que esquiar. Y, encima, tratar de hacerlo bien, porque te está viendo lo más cotilla de Nevasport.
Sé a quién saludé primero y segundo, tercero, cuarta y quinto y puede que sexto. Pero ya no sé más. ¡Tanta gente! Y todos con tantas ganas de vernos que es imposible recordar todo. Pero iba a haber tiempo para todos.
Muy pronto la cena, muy rápido se terminó y más pronto todavía cerraron el bar. Todo había durado demasiado poco, así que había que estirar un poco el reloj para dar rienda suelta a las conversaciones pendientes durante tanto tiempo. No me extenderé mucho en este punto. Je,je. Que me da la risa. Y es que nos lo pasamos muy bien.
El sábado había que esquiar. Y, además, como os digo, tratar de hacerlo bien. Empezamos algo más tarde de lo habitual, pero las 10 de la mañana no es mala hora. Quizás no la mejor para llegar a esa nieve nueva que había caído, pero la mañana podía ser muy larga y dar mucho juego.
Y dio mucho juego.
El hecho de esquiar con foreros ya es, solo por eso, divertido. Pero además estaba la carrera con "final feliz" para el que quisiera, que fueron unos cuantos. Yo no me atreví, y me arrepentí inmediatamente. ¡Era divertido! Espero que pronto cuelguen las fotos y poder ponerlas aquí.
Sí os puedo decir que participó mucha gente con resultados muy distintos, todos divertidos, eso seguro.
Después seguimos esquiando y disfrutando mucho, porque la nieve empezó a transformar pero se mantenía buena. Descubrimos una pista que bajaba hasta abajo y la hicimos unas cuentas veces seguidas. A fondo. Una gozada. Consultados mis asesores de esquí, decidieron que lo mejor era llevar esquís de gigante y ya sabéis qué pasa con los esquís de gigante. No van despacio.
Además, y para mi suerte y la de mis compañeros, vino a vernos Marina, una chica encantadora con muy buen esquí (no en vano es profesora de esquí en Baqueira). Disfrutamos mucho con ella, e incluso aprendí a esquiar un poco mejor, y algún truco más. Como por ejemplo, que si llevas buena ropa te puedes tirar a la piscina con el teléfono en el bolsillo sin que le pase nada. Truco que no voy a hacer, o por lo menos eso espero, durante un tiempo.
Enseguida se nos hizo la hora de comer, pero primero teníamos que tomar algo en la terraza. Al final, a la quedada vas a ver a los amigos y la nieve ya no estaba para tirar cohetes.
La comida, fue dentro, en el restaurante. Estaba previsto que fuera en la terraza, pero creo que, con buen criterio se decidió hacerla dentro para estar mejor.
Tras la comida las tertulias y muy buenas conversaciones con gente a la que le gusta el esquí. Y tras las tertulias el campeonato de futbolín. Yo aproveché para ducharme y asearme un poco, y también para coger un poco de fuerzas por si la noche se alargaba un poco.
La tarde, la cena, el discurso de Pepe, la entrega de premios,... Todo transcurrió como siempre. Y como siempre es sin que me toque nada a mí. Jeje. Le iba tocando a casi todos los de mi alrededor, pero no me tocó nada. Eso sí, pedí un excelente libro que yo ya he leído (y que repaso de vez en cuando) para un amigo y, muy amablemente, me lo regalaron. Ahora mi amigo ya no tiene excusa para esquiar tan mal como lo hace. Jaja, ya os diré para quién es.
Pues después de la cena, y como ya es tradición, se hizo la foto de la quedada. Esta vez con unos felices copos de nieve cayendo sobre nuestras cabezas.
Y tras la foto vino el rato de tomar algo con los amigos. Con los viejos y con los nuevos, porque en las quedadas conoces gente, recuerdo a Luz, a Lucio, a Pablo, a Pili, a Miguel, a "a mi bola",... Y da gusto saber que esto se renueva, que no es una cosa estancada ni cerrada, que Nevasport fluye y que sigue atrapando a más gente, y que vienen con ganas, ideas, alegría y fuerza.
Lo pasamos bien. Quizás se hizo corto, pero siempre se hace corto.
Un poco más tarde de lo que la prudencia aconseja me metí en la cama. El domingo había que hacer muchas cosas todavía.
Y, tras un buen desayuno y un café más largo de lo habitual, volvimos a calzarnos las botas e intentamos disfrutar de nuevo de la nieve. Y quizás la primera no fue la mejor bajada, pero enseguida lo disfrutamos un montón, tanto como el sábado. Un poco menos rato, porque sobre las 13'30 lo tuvimos que dejar, con el tiempo justo para despedirnos de los amigos. Algunos hasta el año que viene, otros espero que hasta dentro de poco.
Gracias a todos los que han hecho posible estos dos días tan buenos.
Queridos amigos, nos queda poco de temporada, pero es una época en la que se puede disfrutar todavía mucho. ¡Vayamos a la nieve! ¡Disfrutemos del esquí! Pronto será demasiado tarde, vayamos a nuestras estaciones preferidas y pasémoslo bien.