A pesar de la fecha, no ha parado de nevar en todo el día.
En general, como la temperatura superaba los 0 grados, la nieve estaba húmeda, pero esto no nos ha impedido disfrutar como enanos.
Un Zayas detrás de otro, íbamos viendo como, mientras subíamos, la nieve volvía a tapar nuestras huellas, dejando de nuevo la pista virgen.
Y lo mejor, el Valle de San Juan. Nieve polvo hasta las rodillas y de una calidad excepcional. Mucho menos húmeda, rápida y fácil.
Hoy hemos disfrutado de la montaña en su estado más puro. Ni un ruido, ni colas, ni gente por las pistas, ni huellas de maquina, ni pistas balizadas... tan sólo nieve y buenos amigos...
Hoy no ha importado el frío, ni la humedad, ni tan siquiera la falta de visibilidad.
Hoy solo importaba esquiar y disfrutar la naturaleza.
A veces pienso que se nos olvida esto y nos volvemos demasiado exigentes, dejando a un lado lo realmente bonito del esquí.
Queremos llevar lo último en esquís, en ropa, por supuesto todo conjuntadito, para luego pasar horas y horas haciendo colas para esquiar, evitando gente, y en pistas cuyo estado, a veces, y por mucho que sea invierno, no es del todo el idóneo.
Y sin embargo, ahora en primavera, dejamos pasar días como el de hoy, simplemente porque ya lo que toca es ir a la playa o porque pensamos, erróneamente, que en Abril la nieve no está buena...
Pues amigos, hoy sin duda he tenido el mejor día de esquí del año. Y aún nos queda semana... así que no dejéis de venir porque ahora tenemos aquello que llevamos esperando todo el invierno... ¡el mejor powder!