La victoria de la americana supuso el relevo a su compañero de Equipo Redster Lucas Braathen, quien coronó el mismo podio austríaco el año pasado. Ambos, lograron sus respectivas victorias con el nuevo esquí Redster G9 con Revoshock de Atomic.
Este esquí, basado en la competición y perfeccionado durante miles de horas dentro del trazado junto con las aportaciones de esquiadores como la propia Mikaela Shiffrin, Sofia Goggia, Marco Schwarz y Aleksander Kilde, lleva ya una temporada estando presente en la Copa del Mundo. Sin embargo, su imagen, cosmética y tecnologías han permanecido en secreto hasta el pasado encuentro en Sölden, donde los atletas Redster corrieron por primera vez con el nuevo esquí visible.
El tiempo invertido por Atomic en cuestionar y revisar el material junto con los atletas ha dado como resultado un esquí que destaca por el aplome, el control y la estabilidad que proporciona, según cuentan los esquiadores que lo han podido probar.
Pol Rocamora, exatleta de la RFEDI y uno de los afortunados que ha podido calzarse el esquí explica que “te permite desarrollar todas tus habilidades técnicas, tanto en nieves blandas como en nieves duras de forma fácil”. Y es que, los comentarios recibidos hasta ahora afirman que se trata de un esquí que permite deslizar de forma más controlada a corredores de élite y aficionados a la pista que buscan lo mejor del esquí de alto rendimiento.
Y, aunque un esquí fácil muchas veces se asocie a un esquí más básico o de peor calidad, Rocamora explica que éste no es para nada el caso.
Nacidos en las carreras y construidos para la pista, la serie Redster Revoshock está disponible en una amplia gama que se adapta a esquiadores expertos, avanzados e intermedios, tanto en el trazado como en la pista. Y, aunque se hayan desarrollado como esquís unisex, también presenta una línea específica para mujeres "Cloud".