Si hay un producto increíble en el mundo del esquí es el heliesquí, y si es una semana en Canadá, todavía más. Subir hasta la cima de montañas imposibles en pocos minutos, bajar por palas siempre vírgenes,... Vamos, es una experiencia muy potente que recomiendo a cualquiera al que le guste mucho esquiar.
Solo tiene un problema, que es muy caro. Un día es soportable, pero si cruzas el charco para hacer una semana de heliesquí y tienes una buena semana, la cifra que pagues puede llegar a tener cuatro ceros, y eso ya empieza a ser serio. Y un par de temas que hay que tener en cuenta: Si lo quieres disfrutar de verdad tienes que estar en forma y, sobretodo en épocas con la economía mundial un poco alegre, hay que reservar con bastante antelación.
Y bien, ¿qué tiene que ver esto con un Porsche Carrera? Pues muy sencillo, se trata de dos productos perfectos para jóvenes pero que consumen personas mucho más mayores.
Cuestiones de precio y logística (combinaciones familiares en el heli y poco espacio en el Porsche) hacen que, aunque a priori sean productos que les encajen, la realidad es que son muy difíciles de consumir para los menores de 30 (y casi de 40).
Y es que el conductor medio de un Carrera tiene unos 52 años. El de una semana de heliesquí en Canadá algo menos, pero no mucho menos. En fin, es lo que hay.
Para el Porsche, si no te puedes permitir uno nuevo, siempre te quedará la segunda mano o alquilarlo y en cuanto al heliesquí... si no llega para Canadá, también tienes el producto que se ofrece en nuestras montañas, una opción mucho más accesible, más o menos como alquilar el 911 un día.