Me pasé unos veinte años esquiando muchos fines de semana en la estación de Boí Taüll. Y la verdad es que, desde que esquío en Alp 2500, echo en falta esa estación. Tiene defectos, como todas, pero las virtudes son muchas y muy buenas y cada año me escapo a intentar repetir los grandes momentos vividos allí, donde, aunque ya no la frecuento como antes, me sigo sintiendo como en casa.
El año pasado fue muy malo, pero éste, con nevadas mucho más generosas, espero poder disfrutarla como merece. Allí estaremos la semana que viene, miércoles y jueves, dispuestos a sumar muuuuuchos metros de desnivel. A ver si tenemos suerte con el tiempo, que últimamente no acierto con las salidas. Bueno, y la rodilla, que parece que está casi bien pero todavía me va dando algún aviso cuando salgo a entrenar.