Es algo que uno no se imagina muy bien, gente de toda la Península e incluso de fuera de ella, gente de cualquier estatus social, gente con distintas maneras de vivir la vida, gente variopinta a la que les une una misma pasión, la nieve, bueno, y porqué no decirlo, también el ambientillo.
Empezamos llegando a un destino totalmente desconocido para mi, Panticosa, que nos recibió con sus mejores galas, bien cargadita de nieve.
Al llegar al hotel, después del check-in correspondiente, nos vamos para el bar dónde se estaba cociendo todo el cotarro y, cervecita va, cervecita viene, puedo conocer por fín al Abuelo Carver, grande Paco, me pareció entrañable, aunque no pudiéramos compartir mucho rato. En ese ratito, también conocí al jefe de la tribu, Pepe, ya habíamos hablado algunas veces, pero no nos conocíamos en persona. Qué decir de él que no se haya dicho ya, creo que nada, un fenómeno, sencillo y humilde. Allí también pude saludar a Tato, un cachondo, y a varios foreros más, luego hablo de todos, (si me acuerdo bien).
No puedo pasar por alto el conocer en persona a la pareja del momento en esta casa, Salvita y Ratón, bueno, con Salva ya nos conocíamos de hace unos años, algunas buenas esquiadas nos hemos pegado , y qué decir de Juanjo que no sepáis, otro fenómeno, el cuál, después de unas cervecitas más, nos invitó a la caravana más famosa, no la de lo que necesitas és amor, no, sino la de LA EXTRAÑA PAREJA y su jamón.
En la foto también vemos a Txell y, cortada, después de pensarlo mucho, el domingo llegué a la conclusión que era Aeon (si no me equivoco), pero la timidez del principio no me hizo presentarme, tonto de mi... Aunque no salga, también estaba George, del que hablaré luego.
Esa tarde también pude conocer y saludar a Nico52 y sus amigos, a Carlos_a (luego hablo también), y a algunos más, ruego me perdonéis pero soy bastante malo con los nombres.
Después del jamoncito, queso y cervezas varias, nos toca la cena, en la que compartiremos mesa con Salva, Juanjo y George, y allí conozco también a Lu_k y esposa (lástima de no haber tenido más tiempo, nos queda una charla pendiente, y porqué no, una esquiada en família).
Cena correcta, buen vino y mejor compañía, pero entre el viaje y las cantidades de vino y zumo de cebada injeridos, decidimos que era hora de retirarse ya que al día siguiente tocaba esquiar, así que después del aseo correspondiente y un ibuprofeno (para la posible resaca), nos vamos a la camita a descansar.
Suena el despertador a la 7 de la mañana, nos vestimos, desayunamos bien en un bufete completo (para mi gusto personal), y con la barriga llena, recogemos a Salvita que se apuntará a esquiar con nosotros. Saliendo fuera vemos que la noche nos ha regalado una buena nevada.
Si el día pintaba bien, no os imagináis cómo terminó...
Llegamos al párquing de la estación, y allí nos encontramos a Pablo y Pierre, tampoco les conocía pero tenía muchas ganas, y Pablo nos regaló una foto para la posteridad con la jefa Carol.
Subimos para arriba y vemos que ha caído un paquetón importante, la visibilidad no es buena pero con esa nieve, nos va a importar más bien poco. Salva ya había estado allí así que nos empieza a enseñar la estación. Después de dos telesillas nos plantamos en la cota más alta, primero una azul para calentar, con unos cuántos centímetros de nieve nueva, y sin ver nada debido a la poca visibilidad y la luz plana, para abajo que nos vamos. La nieve está para tirar cohetes!!! Después de haber calentado, Salva nos lleva otra vez hasta arriba para bajar la negra Valle de Tena (más bien morada). Nos la encontramos con la base pisada pero con unos 20-25cm encima de nieve suelta, un espectáculo!!!
Al cabo de unas bajadas más, coincidimos con la família Robledano, Álvaro tenía que ir a ayudar para la carrera, pero Ángel y María (padre y hermana del niño de Nevasport) decidieron quedarse con nosotros y enseñarnos su patio de juegos. MIL GRACIAS por esas bajadas compartidas. Si digo que son encantadores me quedo muy corto, y ahora entiendo el porqué Álvaro es un crack esquiando, se debe llevar en los genes, tanto Ángel como María son elegancia pura. Primero nos llevaron a hacer unas líneas llenas de nieve vírgen que estaban casi por estrenar.
Después de un pequeño parón para la carrera y para probar los Blossom modelo Cross Wind de la temporada 2017/18, nos fuimos otra vez los 5 a «petar» laderas con nieve virgen. Madre mía dónde nos llevaron, una pala bastante empinadita ¡¡¡con ninguna huella!!! La nieve te iba salpicando en el pecho en cada giro. No se veía nada a causa de la luz plana, pero no hacía falta, era todo perfecto, era momento de notar sensaciones, y tras llegar abajo y ladear un ibón, toca quitarse los esquís y andar otra vez para la estación.
Unas bajaditas más y, cuando las piernas se quejaban y el hambre empezaba a apretar, nos fuimos a la terracita de la llegada del telecabina a reponer fuerzas.
Allí pude conocer también a Danito (tenemos cuentas pendientes, hahahaha), y a la simpática Miriski (un placer conocerte y que te rieras de mi... juas juas juas), bueno, y no ella sólo, creo que buena parte de la terraza, me metí un leñazo de película al patinar con los tablones de madera del suelo y llevaré un recuerdo en forma de moratón gigante en la cadera durante unos cuántos días...
Después de la comida pertinente, algun descenso más, y para colofón final de la jornada, una pequeña excursión por una pista cerrada que bajaba a la parte baja de Estrimal, en la que disfrutamos de la compañía de los nuevos conocidos para mi, Asturacing y el Gamonal (qué majos sois!!).
Con las piernas bien calentitas, para el hotel que nos vamos, duchita y esperar para la gran cena...
Aquí tenéis la segunda parte de la kdd.
Y si queréis saber más...