Winston Churchill el 4 de junio de 1940 dio un discurso tras la tremenda derrota sufrida ante los alemanes en Francia.
La situación era crítica. Así que el primer ministro decidió arengar al pueblo británico con unas palabras para tratar de darles ánimo y subir su moral ante los retos que aún tendrían que afrontar.
Reproduzco algunos fragmentos de su famoso discurso We shall fight on the beaches (Lucharemos en las playas):
A pesar de que grandes extensiones de Europa [...] han caído o pueden caer [...] no vamos a languidecer o fallar.
Llegaremos hasta el final, lucharemos en Francia, lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo, lucharemos en las playas, lucharemos en las pistas de aterrizaje, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, ¡nunca nos rendiremos!
Los acontecimientos actuales me han hecho acordarme de este célebre discurso. Creo que se adapta bastante bien a nuestra realidad. Que cada cual le busque un sentido y lo interprete como más le guste.
Ojalá, a pesar de nuestras diferencias, nuestros distintos puntos de vistas y nuestras diversas perspectivas lleguemos a un mismo punto común: We shall never surrender!
(¡Nunca nos rendiremos!)
Gracias por tu atención
¡Nos vemos en las montañas... cualquiera de los 365 días del año!