Josué hasta los 24 años hacía deporte como un chico de su edad, de manera normal. Jugaba al fútbol y esquiaba, iba al monte, vamos lo de casi todos. Pero a raíz de esto, pues fue dejando sus costumbres y hasta el pasado año no volvió a retomar ningún tipo de deporte. Había consultado con muchos médicos de la conveniencia o no de practicar algo y mientras unos le decían que seria bueno por lo de la tonicidad, otros no se atrevían a decirle que hiciese algo por si se aceleraba el proceso degenerativo de los músculos así que así ha estado hasta ahora.
Pero prefiero que sea el quien os cuente su historia.
"Todo empezó sobre al año 1996, hace 13 años cuando tenia 22 años ya que soy de 1974. Los primeros síntomas fueron debilidad en las extremidades inferiores sobre todo a la hora de subir escaleras o incorporarme de una silla por ejemplo. Después de hacerme miles de pruebas, por eliminación llegaron a la conclusión de que tenia una enfermedad degenerativa llamada “miositis por cuerpos de inclusión”. Los síntomas son parecidos a los de la esclerosis múltiple o a la ELA, pero son diferentes ya que entre otras cosas no producen dolores mas que los ocasionados por las frecuentes caídas. La enfermedad afecta al equilibrio y a la fuerza básicamente. Es pisar una piedrita e irme al suelo. Y el problema no es caerme sino levantarme. Te digo que los médicos llegaron por eliminación al diagnostico porque la enfermedad se suele dar en personas mucho mayores que yo (cerca de los 70 los primeros síntomas) y en mujeres sobre todo, con lo que me han catalogado como “algo raro”. La esperanza que me dieron los médicos fue que como era joven, seguramente antes de que la enfermedad me imposibilitara totalmente habrian encontrado algo que me lo parara o solucionara, y ahí seguimos. Esperando".
"El pasado año, y no se porque extraña razón, me decidí a buscar por Internet información de deportistas discapacitados y me acuerdo que lo primero o de las primeras entrevistas que encontré fue la que le hicístes a Irene Villa. Curiosamente a la vez encontré vuestro foro de Nevasport y desde entonces no he parado de leerlo diariamente, por cierto".
"Bueno, como veía que era posible volver a esquiar, seguí buscando por ahí y tras tu recomendación llegue a Cerler. Después de cruzar algún mail, llegue hasta diferentes sitios que dan clases para personas con discapacidad. No tenía ni idea de que existía eso y de que ellos organizaban cursos de esquí adaptado hasta que tu me lo comentaste, así que me presenté en sus oficinas. Mi sorpresa fue que esa misma semana se iban para Cerler a hacer un curso y me invitaron. La verdad es que en ese momento “me cague”. Era todo gente desconocida para mi, en un entorno olvidado ya y un deporte, aunque ya practicado, totalmente nuevo para mi, al no ser con mis piernas el que llevase le nave, con lo que no fuí, pero me comprometí a hacerles una visita por la estación cuando estuvieran. El jueves de esa semana me presente allí. Como es lógico, lo primero que hice fue flipar. Flipar con la estación, con la gente, con el entorno y con la forma de esquiar. Todo eran facilidades, buen royo, sentido del humor y cordialidad".
"Me presentaron a un profesor, y me presentaron al Director de la estación de Cerler, que muy amablemente me animó a probar en uno de esos “chismes”. Gracias a mi mujer también, me decidí a probar. Total, estaba allí y no tenia otra cosa mejor que hacer....
La primera vez que me monte en un dual fue algo como super-raro. Encajonado allí, deslizándome por la nieve....no sé. rarísimo todo. Pero algo tiene que ver cuando la gente dice que “todo el mundo que prueba repite” y eso fue lo que me pasó. El monitor me animó, me dijo que no iba a tener ningún problema en volver a esquiar y que me animaría. Tanto me animó que la semana siguiente me fui por mi cuenta hasta Cerler y allí estuve dos días “comiendo nieve”. Lastima que cogí la temporada al final ya que fui en Marzo. En Abril volví otros dos días y ahí se acabo todo. A pesar de que había un carro de nieve la estación estaba cerrada con lo que a esperar todo el duro verano...
Este año, en cuanto pude empecé a revolver de nuevo y a volver a preguntarte y así conocí y me puse en contacto con dos fundaciones que hacen esquí adaptado. En diciembre me fui con la Fundación Deporte y Desafío hasta sierra nevada una semanita a seguir dándole y a día de hoy tengo pendiente que me avise la gente de Fundación También para irme otra semana a sierra nevada. Ademas en marzo tengo una semana en Cerler con fekoor así que este año ando recuperando lo que he perdido en 13 años".
Con todo esto lo que pretendemos es conseguir que Josué pueda volver a practicar su deporte favorito, el esquí, y para ello hemos decidido abrir una cuenta en una oficina del Banco de Sabadell y entre todos, cada uno con lo que pueda, haciendo un ingreso o transferencia, ayudarle a conseguir el dinero suficiente para que pueda comprarse un Monoesquí y que pueda hacer realidad su sueño, entre todos podemos hacérselo más fácil, pues el precio de estas sillas es elevado, y pocas personas pueden permitirse el poder adquirirlas.
Para aquellos que estén interesados en ayudar, podéis hacer ingreso o transferencia en cualquier sucursal del Banco de Sabadell en el Número de Cuenta Corriente :
Entre todos podemos lograrlo y sé que lo conseguiremos, os estaremos muy agradecidos.
Esperamos tu colaboración, entre todos, con lo que podamos, lo podemos hacer realidad. Muchas gracias a todos.