No es nada habitual ver a los cracks de la Copa del Mundo liándola en una pala de nieve virgen. De hecho, el día que nieva mucho y no pueden entrenar, muchos van al gimnasio, algo que cuesta de entender al resto de mortales que suspiramos con una buena nevada para ir a abrir traza.
Pero que no le den mucho no quiere decir que no lo hagan bien. El que es capaz de bajar por una pista helada con la precisión de un bisturí, con toda la montaña por delante hace lo que quiere. Sólo hace falta ver a Ted Ligety haciendo heliesquí en Alaska.
Estas son las imágenes a las que estamos acostumbrados de Ligety:
Y estas las que no vemos habitualmente. Poca broma cómo va: