Jackson Hole. Un destino mítico. Y tras haber esquiado allí seis días, puedo decir que ha cubierto todas las expectativas que me había creado tras leer cosas y hablar con gente que ya había estado.
Lo primero, el grupo. Éramos 12 personas de perfil variado, desde enfermos de la nieve a otros que hubieran venido aunque no se hubiera esquiado, pasando por atletas casi de élite para los que cualquier entreno es poco y que disfrutaban tanto subiendo a pie como bajando, por lo que al final la selección natural fue poniendo a cada uno en su sitio.
La mayoría salíamos desde Barcelona. Encuentro en el aeropuerto el viernes y todo son caras de alegría por lo que tenemos por delante. Las previsiones dan nieve, así que no se puede pedir más.
Posando a punto de entrar en el primer avión
El viaje constaba de dos escalas. BCN-NYC-SLC-JAC. El primer trayecto, Barcelona-New York. Un pequeño retraso hizo que perdiéramos la conexión para Salt Lake City. Algunos se quedaron en New York y aprovecharon para salir por la Gran Manzana, mientras que otros ganábamos tiempo y partíamos hacia Utah para poder coger el primer avión del día siguiente a Jackson y así no perder ni un día de esquí. En cualquier caso, el viaje es una buena paliza, ya que si todo va como un reloj, necesitas unas 20h para plantarte en el aeropuerto de Jackson. Pero bueno, vamos a lo que vamos y este es un mal menor. Sarna con gusto no pica. Y además, con las pantallas y las múltiples películas que se pueden ver, el viaje se hace bastante ameno.
Decir que el aeropuerto de NYC no ofrece wifi gratis de manera fácil. En Salt Lake City y Jackson te puedes conectar todo el día sin problemas.
Al llegar a Salt Lake City ya se respira ambiente de nieve por todas partes:
Costó lo suyo, pero al día siguente cogíamos el avión que nos llevaba a Jackson Hole:
Tras el meneo del día anterior, el sábado llegábamos tres a Jackson a las 13h y se nos unía Ignasi, un molinero de pro que ahora reside en Holanda. No había tiempo que perder, así que paso rápido por el alojamiento (Cowboy Village) para cambiarnos, rumbo a Teton Village y a esquiar.
En Jackson Hole hay dos zonas principales donde alojarse: el pueblo de Jackson y la base de la estación (Teton Village). Nosotros optamos por el pueblo. Hay unos 15 minutos en coche de Jackson a la estación y el parking más cercano a pistas cuesta 15 USD al día, que como íbamos varios cada vez, es el que utilizamos todos los días. La verdad es que si te alojas en Jackson o Teton Village no hace falta alquilar coche porque hay shuttles que suben y bajan continuamente y cuestan 3 USD.
El alojamiento elegido, el Cowbow Village, está situado en el límite izquierdo del pueblo de Jackson, a unos 5-10 minutos andando del centro. Es un conjunto de cabañas de madera muy confortables que constan de una litera queen size y un sofa cama. Cada una tiene un baño. Hay wifi y TV. En la entrada hay una zona común para desayunar, un jacuzzi, zona para lavar ropa, etc. En resumen, sencillo pero muy correcto. Lo ideal es ocupar dos personas la cabaña. Si tienes que abrir el sofá cama, la cosa queda un poco apretada. Aunque con el tamaño de camas que gastan, hasta pueden dormir 4 sin abrir el sofá cama. Ah, y tiene servicio de shuttle que sube y baja de la estación.
Había prisa y la foto es un poco mala, pero da una idea de lo que te ecuentras dentro.
Tras cambiarnos, llegamos a la estación con el tiempo justo para esquiar un par de horas. Pero fueron suficientes para detectar qué clase de estación es esta. ¡Pata negra! Bajes por donde bajes, puedes meterte entre árboles y pasarlo en grande por terrenos no pisados.
Esperando para subir al mítico Tram que sale de la base, a algo menos de 2000 m y te deja en la cima de la estación, a casi 3200 m de altura.
Casi no tuvimos tiempo de hacer fotos esquiando, pero la única que hicimos muestra un poco el terreno que exploramos, la zona de los Hobacks:
Tras la corta jornada de esquí, llegó el resto de la expedición y nos fuimos a visitar el ambiente del pueblo de Jackson, que se resume básicamente a un bar, el Million Dollar Cowboy Bar, muy auténtico:
Todavía estoy recuperándome del jet lag y tengo muchas fotos y vídeos que seleccionar, pero espero agilizar el tema. También será divertido ver la versión de Ski The East, ya que Olasnieve estuvo en el viaje e imagino que contará su punto de vista. ¡Es un gran partner de esquí!