En esta ocasión el tour de estaciones es variado en cuanto a territorio se refiere, ya que el viaje empieza en Francia, pasa por Aragón, para terminar en tierras Catalanas, cinco días de esquí.
En un febrero cargado de nieve, tomamos rumbo a Piau Engaly, donde la estación nos recibe con un buen grosor de nieve.
LLegamos a Piau de noche, con una temperatura de -9ºC. La estación está literalmente sepultada bajo la nieve y se hace difícil acceder a los edificios, pero al fin encontramos nuestro hotel en aquella fría noche.
Por la mañana comprobamos las importantes acumulaciones de nieve, y además volvemos a tener nieve durante esa jornada, esto alimenta aún más nuestras ansias de pow.
Asomarse a la ventana del hotel para ver las vistas no es tarea fácil, ya que sólo hay montones de nieve por todas partes.
Tras el desayuno nos ponemos manos a la obra para conocer esta bonita estación. Bajo la nevada y la intensa niebla vamos recorriendo la estación, donde la parte baja hace de refugio.
El descenso hasta la parte baja de la estación es muy variado y divertido, ya que la pista discurre por un bonito bosque, pasando incluso por encima de la carretera de acceso a la estación.
El telesilla que te devuelve al núcleo de la estación es un telesilla doble de pinza fija, de los que le dan encanto a las estaciones, donde puede comprobarse que no todo son comodidades, ni sillas desembragables, que tanto demandan los esquiadores en esto tiempos.
Al mediodía el día mejora y podemos ver el verdadero potencial de esta estación, sobre todo para el Freeride. Por la tarde paseíto por las bonitas calles de Saint Lary y pronto a la cama que al día siguiente hay trabajo.
Amanece en Piau Engaly, donde esta vez sí parece tendremos un bello día.
Este día hemos de madrugar un poco más, ya que nos toca conocer la estación de esquí de Saint Lary.
Arrancamos el coche y a deshacer el puerto de Piau Engaly para llegar a Saint Lary. En la sinuosa carretera podemos comprobar el mar de nubes que hay sobre el valle.
Pla de Adet(cota 1.700m)
Una vez cogidos los forfaits, decidimos conocer a fondo otra bella estación de Pirineo, una estación muy conocida por los españoles, Saint Lary. Podemos comprobar que hay bastante más gente, pero al ser un dominio más extenso, la gente se reparte sin problemas.
Para calentar nos metemos en la pista Bassia, una pista negra donde engaña, ya que empieza con suaves pendientes, para finalmente terminar en una bonita pala, para despertar el cuerpo.
La temperatura es fría y el día perfecto. La estación se divide principalmente en tres zonas, Saint Lary 1.700, Saint Lary 1.900 y Saint Lary 2.400. Recorremos todas, con una nieve perfecta.
La variedad de pistas es una constante en todas las zonas y la estación es extensa. Además, para el freeride también tiene muchas posibilidades. Reconocidos freeriders se han forjado en esta estación. Tras la esquiada toca saltar la frontera a tierras españolas.
Este día toca esquiar en Cerler, y sábado. Tras el peregrinaje de coches en la subida del puerto, comprobamos que la tranquilidad francesa se torna en el alboroto de nuestro país.
El grosor de nieve en este lado del Pirineo es muy inferior al de las estaciones de la cara norte del Pirineo, menuda diferencia. Aún así encontramos a Cerler en buenas condiciones y aprovechamos el perfecto fresado de sus pistas.
Cerler es una estación con mayúsculas, ya que tiene zonas y pistas muy variadas para todos los gustos. El Gallinero está en muy buenas condiciones y recorremos la estación a placer. Tras la esquiada en Aragón toca poner rumbo a tierras Catalanas, donde Boi Taül nos espera.
La estación de Boi Taül supera nuestras expectativas. El día soleado y la nieve muy rica. Es una estación con mucha altura, ya que la base de la estación se encuentra a 2.020m, y la cota máxima es de 2.751m.
La estación es mediana en cuanto a kilómetros esquiables, pero más que suficiente para una gran jornada de esquí. El cuidado de sus pistas es máximo, y tiene un enorme campo de juego en cuanto al freeride se refiere. En esta ocasión no explotamos esta variante, pero oteamos todo lo que ofrece.
Las pistas son en su mayor parte rojas y negras (el 79%), por lo que es un dominio muy a tener en cuenta para la gente amante de las buenas pendientes. La zona alta del Puig Falcó es un auténtico mirador del Pirineo, y muy recomendable es descender por la pista “Vista Aran Collbirros” que desciende por toda la cresta, salvando los 708m de desnivel desde la cota máxima a la mínima en sus 4,1kms de pista roja, una gozada.
Tras una buena jornada en Boi Täul, ponemos rumbo a la Val de Aran para pasar la última noche del viaje. Por la tarde paseíto por Vielha para estirar las piernas y cenar a gusto.
Por la mañana Baqueira nos da la bienvenida con un bello día soleado. La temperatura es fría y en algunas zonas el viento en altura agudiza más la sensación térmica.
Poco a poco recorremos la estación a placer, ya que es lunes y tenemos Baqueira para nosotros. Las pistas están perfectas, nieve perfectamente fresada.
En la zona de Bonaigua el viento hace bajar la sensación térmica al máximo. Aún así gozamos de una gran jornada de esquí sin aglomeraciones de gente, esquiar entre semana vale la pena….
Última parada para disfrutar de las vistas, del entorno, y ver nuestro objetivo, que no es otro que llegar al coche sanos y salvos, para regresar a casa esa misma tarde, tras cinco intensos días de esquí.
Agradecer la colaboración de Sport Bittl en estos reportajes. https://www.sport-bittl.com/de/