Ramón estaba aburrido ese soleado día de abril entre semana... los pocos esquiadores que habían subido no le daban nada de trabajo. Eran en su mayoría esquiadores de toda la vida y su mayor preocupación era darles los buenos días.
Seguía tostándose al sol a media mañana cuando vio aparecer una muchacha muy guapa que venía sola, pero unos veinte metros más atrás y también solo, llegaba un chico muy freerider y bastante apuesto... pensó que harían una buena pareja.
Ramón se dirigió a ella con un par de tonterías para entretenerla un poco y dando tiempo a que el chico llegara... cuando oyó que el forfait del chico pitó en el torno de entrada, se dirigió a él y le dijo:
-Rápido sube, así aprovechas la cabina y uno sentado delante del otro no descompesará la cabina- como excusa para que ambos fueran juntos.
Los dos subieron a la cabina mientras Ramón con una gran sonrisa, colocaba los esquís en los soportes... tal y como se cerraron las puertas, Ramón corrió adentro de la caseta de control y llamó arriba.
-Jose, dentro de poco voy a parar la cabina un rato... no hagas nada, no te preocupes y hasta que yo no te avise, no le des marcha....
- ¡Ostia! ¡Que dices Ramón! ¿Que pasa?
- ¡Nada nada!. Tú no te preocupes y espera mi llamada. Luego te cuento. Dame unos minutos.
Jose, ahí arriba en la cota 2.900 oyó un "clack" cuando el telecabina dejó de funcionar al cabo de dos minutos...
Ramón le había sacado de su modorra y Jose estaba algo preocupado.... cinco minutos más tarde, al no recibir noticias desde abajo, llamó.
- ¡Oye tio! ¿qué está pasando?
- Nada, de verdad. No te preocupes. Dame dos minutos más. En la 37 sube una pareja. Los he metido juntos y no se conocían. Cuando salgan, mira que cara tienen.
- ¡Estás loco tío! ¡Nos van a colgar si alguien se entera!. Dos minutos y pongo el tinglado en marcha.
-De acuerdo, gracias... dos minutos más- contestó Ramón.
Siete años después una pareja y un crío de unos cinco años estaban en la cola de la cabina. Fueron dejando pasar esquiadores hasta que llegó la número 37.
Cuando estaban preparándose para subir, el padre le dijo con una sonrisa al niño:
- Mira Ramón, aquí conocí a mamá.
Nota del Friki. Dedicado a Ramón, el mejor maquinista del pirineo. (Cara Española y cara Francesa, por supuesto)