Había que recorrer 450 kilómetros desde la ciudad de Mendoza (donde el viaje comenzaba para dos de nosotros), pero ya había empezado 160 kilómetros antes, en la ciudad de San Juan, para José, que por primera vez se unía a nosotros en un viaje relámpago de esquí. Así, cerca de mediodía estábamos en ventanillas de venta de tickets para comenzar la jornada.
Poca gente, no obstante ser el último fin de semana de vacaciones escolares de invierno en la Provincia.
Primeras subidas por la silla Vesta, hacia cota media.
La escasez de nieve era evidente, aunque se intuía que el estado de las pistas era bueno.
Ya en el retorno de la silla Minerva, el valle se veía de un verde incipiente.
Aunque como suponíamos, las pistas estaban en muy buen estado. La poca nieve se había suplido con un muy buen mantenimiento de pistas y tratado del manto níveo.
José, con estampa de ex competidor y ex profesor.
Víctor, cultor de "las piernas fijas".
El pequeño núcleo urbano del complejo.
Y después, empredimos camino hacia cota máxima. No habiendo viento, la famosa silla Marte seguramente estaría habilitada y la mejor nieve, disponible.
Primer tramo, Venus.
Segundo tramo, Neptuno.
A la derecha, la base de Marte.
Ya en la cima se veía el valle, desde la cota 3.400 msnm.
La pista Apolo y las laderas vírgenes que la rodean. En esta zona la nieve siempre regala fantásticos fuera de pista. Al pie de las mismas se está montando un nuevo Park, las rampas que estaban levantándose prometen emociones fuertes.
Neptuno I, nieves que parecen eternas.
Desde el parador en mitad del recorrido de las pistas podíamos ver que la nevada había permitido comenzar con la preparación de Neptuno II.
Últimas subidas y bajadas por la zona, el sol declinaba poco a poco.
En los buenos años, el trayecto de la silla Marte suele estar tapado por abundante nieve (y muchas veces avalanchas). Este año no es el caso.
De regreso a la base con la excelente pista Venus (delicia de quienes se inician) en penumbras, nos despedimos del Valle.
En estos pocos días que han pasado desde nuestra visita a Valle de Las Leñas, pequeñas nevadas han mantenido las buenas condiciones de la nieve. Conociendo el trabajo que se hace en pistas, ya estamos deseando regresar.