Queridos amigos, aquí estamos de nuevo.
Esta vez para hablar de los propósitos, de los buenos propósitos que, seguro, os habéis hecho para este año que acaba de empezar. Por cierto, que feliz año nuevo a todos, aunque ya os lo felicité en el último artículo. Seguro que va a ser un gran año.
Pues yo siempre me hago unos propósitos al empezar el año, como mucha gente. Solo que, con el paso del tiempo dejé de hacerlo por escrito y hoy he pensado que lo voy a hacer aquí, delante de todos, a ver si así los consigo cumplir. Al menos los buenos propósitos que tienen que ver con el esquí.
Dicen que, cuando se hace una lista de buenos propósitos, estos deben ser alcanzables, estar dentro de nuestras posibilidades, y eso es muy importante tenerlo en cuenta. Además, tienen que ser propósitos, no deseos. En realidad un propósito es, según la RAE, “ánimo o intención de hacer o de no hacer algo” o, en segunda acepción: “objetivo que se pretende conseguir”.
Pues cómo no, el primero de los propósitos es divertirme esquiando. Y sé bien lo que digo, porque a veces se nos olvida que la gran mayoría de nosotros esquía por diversión, y hay veces que parece que si no hacemos una buena bajada técnicamente parece que lo hagamos fatal. Cuando lo importante, creo, es divertirse. ¡Diversión!
El segundo, y no tiene nada que ver con el primero, o puede que sí, es mejorar esquiando. Tengo que mejorar en muchas facetas, en alguna ya lo estoy intentando, pero seguro que de aquí a final de temporada surgen algunas más. Dos de las cosas buenas del esquí son esas: que siempre se puede mejorar y que siempre salen cosas nuevas en las que poner el foco de atención. Por eso del esquí es muy difícil cansarse. ¡Aprendamos un poco más!
El tercero es, creo, muy sencillo, pero también muy importante y se divide en dos partes: seguir calentando antes de esquiar y seguir estirando después de hacerlo. Eso no me hará (ni me hace) mejor esquiador, pero me ayudará a seguir manteniendo el cuerpo en condiciones. El que no lo haya probado que lo pruebe, no cuesta nada y reporta muchos beneficios. ¡Que no cuesta nada!
El cuarto es mantener la forma durante toda la temporada. Eso pasa por ser aplicado entre semana. Con el paso de los años cuesta más, sin embargo creo que es más importante cada año. A determinadas edades, mantener la forma puede ser la diferencia entre tener una buena temporada o una regular. De las de ir tirando. Y no estamos para regalar tiempo ni temporadas. ¡Aprovechémosla a tope!
El quinto es ser un poco más amable en pistas, en la montaña en general. Procuro serlo siempre, pero seguro que lo puedo hacer mucho mejor. Sería un propósito que nos tendríamos que hacer todos y llevarlo a cabo. ¡Mejoraría todo una barbaridad!
El sexto ya no es un propósito, es un deseo: que sea la mejor temporada de todas y para todos. De momento no la llevo nada mal. Espero que vosotros tampoco.
Así que, resumiendo, la lista podría ser la siguiente:
1.- Divertirme.
2.- Aprender.
3.- Calentar y estirar.
4.- Mantener la forma.
5.- Ser amable.
6.- (deseo) Que sea una gran temporada para todos.
¿Qué os parece? ¿Qué añadiríais a la lista? o ¿Cómo sería la vuestra?
Saludos a todos.