Ayer en Arcalis, la estación andorrana hizo honor a su apodo de “Arcalaska”, con unas temperaturas de -15º y, debido al viento, una sensación de frío de -25º. La competición se celebró en un fin de semana en él que todo parecía indicar que la meteorología no daría tregua. Sin embargo, un claro de tres horas permitió a los riders competir y ganarse los tan ansiados puntos FWT 4 estrellas.
La meteo no deja tregua este invierno y El Dorado no ha tenido más suerte que los otros eventos de la temporada y la meteorología adversa casi no permitió que se celebrase la competición. Así que la decisión fue dolorosa para la organización: hacer bajar a los 74 riders inscritos el sábado en una sola manga. Fue una decisión arriesgada del equipo técnico, ya que nada dejaba entrever que se abriesen la nubes y aún menos que se mantengan algún claro durante la carrera.
El sábado amanecía con viento fuerte y la zona de carrera estaba tapada por la nubes. Tanto los corredores como los jueces no lo tenían claro, incluso el director de la prueba, Joan Masferrer, parecía desesperar por momentos. Ahí, solo Raúl Diez, director técnico, parecía tener fe en que la prueba se celebraría. Sin dudarlo, sacó a los riders y a los jueces de la cafetería en la que se habían refugiado del frío y del viento.
Mientras los riders accedían a la cresta por el Port del Rat, el cielo se abrió y un hueco de nubes se instaló en la cara de Cataperdíz. Lo que permitió que el evento comenzará con un tiempo incierto. Sin embargo, la organización acabó reduciendo la zona de carrera al Pico de Cataperdíz. Lo que penalizó a muchos riders que habían elegido la primera zona que ahora estaba cerrada, como fue el caso de Aymar Navarro que tuvo que cambiar de línea al último minuto.
La carrera empezó con un abridor de lujo como David Sanabria que es uno de los grandes freeriders nacionales que dejó claro que la zona era segura y que las condiciones de nieves eran más que buenas. Después salieron las chicas con una clara victoria de la austriaca Hanna Fisher que se marcó una línea muy rápida y fluida. Hay que destacar que las chicas ofrecieron mucho espectáculo con líneas acidas y muchos saltos.
Mientras que en chicos la competición fue más reñida. Pero la victoria de Rafael Webhofer no dejaba dudas, con una entrada en Handrag para luego saltar una doble terraza y acabar con un enorme Backflip en la segunda zona. También destacamos el papel del argentino Joaquin Vena que se clasificó el viernes con el primer puesto de la Voltz y que consiguió un “más que honorable” 4º puesto en El Dorado. Sin embargo. Aymar navarro que se vio forzado en cambiar de línea no tuvo mucha suerte y acabo en el puesto 14 de la clasificación. En cuanto a Dani Fornell, que salió el último con una luz ultra plana, se hizo una línea de paseo y acabo en el puesto 12.
Es muy raro que se den tantas alabanzas a la organización de una carrera como fue el caso de este último El Dorado. Pero hay que admitir que fue un gran riesgo mantener la competición y jugárselo todo a una sola carta. Además, es muy difícil hacer bajar a 74 corredores en un espacio de tiempo tan corto. Pero es aquí donde se notó la gran experiencia de los organizadores que incluso habían preparado mantas y comida caliente durante la espera de los riders en la cresta de Cataperdíz.
Nuestra opinión es que las carreras de Freeride son especialmente difíciles y que hay que tomar decisiones que no siempre son del agrado de todos. Pero esta vez la organización ha sido muy buena y ha tenido mucha suerte con el tiempo que les ha permitido celebrar el evento. También saludamos la humildad de Joan Masferrer que aplaudió el trabajo de Raúl diez (director técnico). Mientras que este último saludó el trabajo del juez de salida.