Las estaciones
No quiero ni puedo comparar, cada cosa tiene su encanto, tocar las rocas y poner el pie firme para que tu cuerpo levite en la verticalidad, es indudablemente una experiencia “diferente”. Escuchar el clack de tus fijaciones antes de lanzarte por una pendiente, inunda tu cuerpo de esa adrenalina que parece ser todos necesitamos en este mundo occidental, seamos deportistas o no.
Ayer toque la caliza, mañana mirare el mar y pasado, pasado ya estaré pensando en los primeros copos de nieve.
Saludos desde el Pirineo.