La Romeria de la Virgen de las Nieves
Con más de 50 años de "tradición" os voy a contar lo que yo sé, al margen de las costumbres que hay ahora y a las que en un plis plas transformáis en "tradición".
Es tradición no muy antigua señalar la presencia de la iglesia católica, apostólica y romana en las cumbres de las montañas y sierras de España. Una cruz si, pero un radar no. Bueno, esa es otra cuestión.
Desde la tierna edad de 5/6 años, cosa que hoy sería denunciable ante la fiscalía de menores, me subían por el día de la Virgen de las Nieves desde Trevélez al "Cerro", que es como llaman los nativos de el que es el pueblo más alto de España a una misa que mi tío Fernando, recién ordenado párroco de dicho pueblo, celebraba, por supuesto subiendo andando toda la noche desde Trevélez.
Hubo una época en la que en S. nevada en verano sólo había cabras monteses, toros de la ganadería de Pelayo y curas de mi familia diciendo misas por las cumbres. Montones de viejas fotos sepias dan fe de esa afición alpino-litúrgica de una familia de la Alpujarra, de 14 hermanos, de los cuales seis fueron curas y cinco viven aún.
La costumbre de decir misas donde se supone está enterrado el rey nazari Muley Hacén no tenía nada de atentado contra la religión musulmana, sino una forma de aprovechar la euforia de la falta de oxígeno para creerse más cerca de Dios y esas cosas, y la siguieron dos primos míos, también párrocos de Trevélez, pero no hijos de cura, sino sobrinos, como dicen todos.
Cuando los destinaron a otros pueblos, a la legión de curas litúrgico-montañeros se unió el jesuita Padre Ferrer, quien a Dios rogando y con el mazo dando, confeccionó el mejor libro que nunca se ha hecho y probablemente se hará sobre Sierra Nevada.
Pero entonces las misas cambiaron de vertiente, porque subían desde Granada, y así lo hacía no sólo desde Granada mi tío Miguel el mayor de la legión de curas litúrgico-montañeros, sino que lo hacía desde Jaén, tierra de olivos, cuando lo hicieron obispo de esa ciudad en cuya catedral reposa.
Entonces subía a la misa del Veleta, que así se llamaba, mucha más gente a cumplir con esa tradición. No se debió a que la fé de Cristo hubiera llamado a los corazones de los excursionistas, sino que, debido a esa carretera que ahora han cerrado, ir a misa en el Veleta era mucho más fácil, obviamente.
La misa no empezaba hasta que llegaba D. Antonio Zayas en su viejo jeep de la guerra de Corea, que lo hacía por los peñascos, no por la carretera como todos.
Cuando Sierra Nevada se "antropizó" es decir que hicieron una urbanización para personas poco urbanas en el sentido de educadas, apareció un franciscano que sólo decía misas en temporada y con las botas de esquí puestas. Los creyentes decían que eran las misas más rápidas del orbe creyente.
Pero esa antropización de S. Nevada fue alejando a los especímenes raros que aprovechaban las misas en las cumbres para bajar, pecadoramente hablando con un "puñaico" de manzanilla de la sierra en el bolsillo del traje talar y entonces a mi amigo Fidel Martín y Nono ( q.e.p.d.) se les ocurrió ir a ver amanecer a los Tajos de la Virgen andando desde Pradollano.
El otro día me encontré a Fidel, del bueno del Nono me acuerdo cada vez que subo a la sierra y veo el precioso obelisco en su memoria en esa curva traicionera que acabó con su vida, y estuvimos hablando de una excursión que hicimos a toda marcha y en pocas horas, dejando los coches antes de comenzar Loma Pelá, a la altura de los Crestones de Rioseco, bajamos directos sobre la Laguna de las Moscas, subimos por el collado del Ciervo donde a alguno de nuestros acompañantes le dio cierto canguelo, nos tomamos unos pepinos y unos tomates con sal en Siete Lagunas y de allí por la vía más directa, es decir, sin utilizar una sola vereda, subir hasta el Mulhacén, para luego bajar a la Caldera y de allí hasta Río Seco.
Y esto lo hicimos en unas pocas horas, con la lengua fuera. Porque tanto Fidel como el Nono eran máquinas de andar sin parar.
Fueron ellos los que de forma galopante se plantaban con la virgen a cuestas en los Tajos de su nombre, donde que yo sepa ninguna virgen se ha aparecido a nadie, aunque ahora no se si con el abundante uso de estupefacientes se le puede aparecer a alguien, aunque pensándolo bien, también nos aparece un fraile, el Fraile de Capileria cercano y no lo es tal.
En Andalucía, también llamada Tierra de María santísima, donde se aparece una Virgen, estalla un Rocío, o quizá sea al revés.
A ver si ahora con la mano pringada de los munícipes de Monachil nos van a "montar" un espectáculo "al-monteño" en Sierra Nevada, donde duerme descansadamente Muley-Hacén y de donde han desaparecido los curas "montaraces" diciendo misas y cogiendo manzanilla.
Saludos.
Posteado en el foro de S. Nevada el 1 de Agosto de 2008