El 26 de Mayo de 1961 se hace cargo del mando de la misma su primer capitán, Jefe orgánico, y su primer personal de Tropa perteneció al Reemplazo de 1959.
En diciembre de 1963, la Unidad se hace cargo del Acuartelamiento de Viella; trasladándose a esta nueva guarnición en Enero de 1964.
En Julio de 1996, recibe el nombre de Compañía de Esquiadores- Escaladores 1 y pasa a depender orgánicamente de la Brigada de Cazadores de Montaña “ARAGON” I, manteniendo su Acuartelamiento de Viella (Lérida), y por último se traslada en diciembre del 2000 al acuartelamiento “San Bernardo” de Jaca.
Conocida como “La legión blanca”, sus toques de corneta finalizaban con la contraseña que actualmente mantienen las unidades de la Legión: “legionarios a luchar, legionarios a morir”. En aquellas fechas en que únicamente podían llevar barba en el ejercito los pertenecientes a la legión y a las unidades de operaciones especiales (COE,s), también en esta compañía se permitía ese aditamento facial, siempre que, por el comportamiento excelente y la disciplina, así como por la capacidad de trabajo y espíritu de sacrificio demostrados, así se acreditase.
Dentro del exigente programa de instrucción, se incluía como parte esencial, la resistencia psíquica para desenvolverse en el medio así como el endurecimiento y la capacidad físicos para superar las innumerables pruebas que, en un medio tan hostil, se presentan.
El calzado tampoco era nada especial, y las famosas botas de tres hebillas, fueron mis compañeras durante toda mi estancia en la Compañía.
Para la práctica del esquí, disponíamos de unos pantalones de lana basta, con tirantes y el jersey reglamentario común a todo el ejército, que por aquellas fechas, parecían hechos más con borra que con lana. Un chubasquero de nylon que se empapaba rápidamente completaba nuestra equipación de esquí. Para los pies las botas, de cuero, marca “Segarra”, atadas con cordones y con una correa que envolvía el tobillo, trataban inútilmente de inmovilizar el pie en los esquís, intento completamente fallido pues, una vez mojadas, se quedaban blandas y para conseguir trasmitir a la tabla la acción del pie, había que forzar exageradamente la flexión de rodillas y la torsión del cuerpo y, aun así, no siempre se conseguía el propósito perseguido.
Por último, los esquís eran marca Sanchesky- Hickory, con cantos troceados, atornillados a las tablas y con una fijaciones, mixtas, con cable de acero que se tensaban con un “cangrejo” y que, según fuéramos a utilizarlos para pista o travesía, teníamos que liberar el cable de unas orejetas que mantenían el pie fijo o permitían la articulación de la bota. Los bastones eran de aluminio con las dragoneras de cuero y con unas enormes arandelas de aluminio unidas al bastón también por tiras de cuero."
Fuente: Blog personal de Carlos M. del Campo
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Carlos M. del Campo es en la actualidad Oficial del Ejercito de Tierra, habiendo estado destinado en la Cia de Esquiadores cuando apenas contaba 17 años de edad y donde se presento como Soldado Voluntario desde su Melilla natal, y al que agradecemos desde www.retro-ski.com y www.nevasport.com, su colaboracion con nuestra pagina.