La inauguración del Formigal
Era las navidades del año 77 cuando llegaba yo a Sallent de Gallego, después de pedir permiso a mi teniente coronel del cual era yo su ordenanza en Huesca, en el regimiento Valladolid 65, para trabajar las navidades en el hotel Formigal, esto me valió 10 días de calabozo en mi cuartel , no había hecho nada malo , pero para nosotros los Aragoneses las navidades terminaban entonces el 7 de Enero y eso hice yo incorporarme ese día” el día era helador y me quede a dormir en el hotel que la compañía tenia en el pueblo, por la mañana nos llevaron a mi y varias personas más a Formigal, en un coche muy bonito conducido por el que luego sería el alcalde de San Sebastian, el Sr. Lavalle, este señor era uno de los grandes de la empresa del hotel Londres Inglaterra de San Sebastian y llevaban el hotel Formigal.
Cuando llegamos a esta mole nos recibió unos grandes profesionales de la Hostelería, entre ellos el que durante muchos años fue su director y me hizo años después a mi el Maître de hotel del gran hotel Niza de San Sebastian, para mi en todos los años de mi profesión fue un gran profesional, años después trabajando para la casa real me lo encontré en Benidorm. Era las dos de la tarde y esa noche inaugurábamos el complejo y se me ocurrió preguntar a los dos Mattress José y Iñaki, ¿señores como vamos a inaugurar este gran hotel si no tenemos profesionales? y el dueño de Tirol que estaba junto a mi, contestó, mire usted como suben dos autobuses por esa carretera, hay tiene usted la respuesta, y de verdad que la tuve.
En ese autobús venían casi cincuenta mujeres de diferentes edades, parte de ellas eran las camareras de los banerarios del país vasco y entre ellas venía un jovencísimo muchacho de ayudante de cocina “Fidel” que hoy tiene un hotel en el complejo, la verdad que los años que pase con ellas me enseñaron a ser una gran persona y un gran profesional, hoy día muchas están casadas con nativos de esas montañas y una con el gran Fermín que fue el jefe de barra y hoy regenta un bar en Sabiniano.
Es muy bonito el Formigal pero si muchos de sus visitantes nos hubieran visto subir a las ocho de la mañana en el telesilla las cajas de verduras y de refrescos no hubieran dicho eso, así era el Formigal en su inauguración, hay un detalle muy curioso y que yo viví, el Sr Lavalle, conducia con arrogancia la primera moto de nieve y un día se dio tal voltereta que esos agentes de la guardia civil y esto es un homenaje hacía ellos por su labor, se lo tuvieron que llevar al Hospital de Hueca con las piernas rotas.
Ese fue el comienzo del Formigal
Miguel Gracia Santuy