Cada uno de nosotros nos caracterizamos por una propia manera de ser y de comportarnos. La personalidad se refiere al patrón usual, repetido, y relativamente estable de conductas, es decir, una manera determinada de comportamiento. En parte esto proviene de nuestra herencia biológica y en parte debido al aprendizaje de las maneras de actuar. Comprender nuestra personalidad contribuye a identificar conductas y hábitos que impactan positiva o negativamente en el momento de esquiar.
Fue Sigmund Freud el que acuñó el término narcisismo recurriendo a un personaje de la mitología llamado Narciso, caracterizado por un excesivo amor hacia sí mismo. Como estímulo, pese a las connotaciones negativas, el narcisismo es indispensable para el desarrollo de las funciones del psiquismo. Hoy en día es aceptada la importancia de la valoración narcisista en el progreso de una persona en cualquier actividad que emprenda, y muchas de las elecciones que se toman en la vida se deben a necesidades narcisistas en pos de la satisfacción personal.
Bajo la concepción psicoanalítica, en el esquiador narcisista existe un Superyó demandante al cual no consigue satisfacer y no importa lo que haga, nunca es suficiente. Es propenso a no compararse con lo que realmente es sino con la imagen que tiene de sí mismo y, debido a la severidad de su Superyó, posee ideales elevados de lo que debe ser, considerándose contrariado si no los cumple.
La diferencia entre un narcisismo normal y uno patológico se encuentra en la intensidad. El primero es útil para el propio esquiador; en cambio en el patológico, el esquiador trata de sacar provecho ajeno para alcanzar sus propios objetivos.
El esquiador con tendencia narcisista considera que lo estético, es decir, verse bien al esquiar, es muy importante y que esquiar no sirve solo para ejercitar el cuerpo sino también para realzar su ego, entonces, prioriza la ejecución estética a la funcional. En realidad, lo ideal sería no estar pendiente de lo estético sino alcanzar una ejecución estéticamente funcional. Si bien se siente seguro y competente, tiende a no reconocer los propios errores. Como experimenta miedo a reflejar una imagen de debilidad frente a los demás, exagera sus logros y oculta sus fragilidades.
Las características de un esquiador con tendencia narcisista son:
- Está enamorado de sus propias ejecuciones.
- Su necesidad de ser admirado es tan grande que siempre se encuentra tratando de acercarse a su Yo-esquiador-ideal.
- Pretende el mejor profesor para presumir, pero se irrita si él mismo no pasa a primer plano.
- Está en constante valoración de todas sus acciones y de si los demás las valoran
- Expresa frases como “tengo el mejor profesor de esta montaña” o “me equipo con el mejor material que hay”, lo cual denota la idealización de figuras y objetos externos con los cuales necesita identificarse.
- Precisa contar con otra persona que piense igual que él. Trata de aliarse con su profesor, al que considera un valor por ser alguien especial, y así imponer su opinión y menospreciar a los demás.
- Algunos no dudan en arriesgar su propia integridad física para satisfacer sus intensas necesidades narcisistas, tal podría ser el caso del esquiador extremo.
- Demuestra pautas de grandiosidad tanto en su imaginación como en su conducta.
- Necesita la admiración ajena.
- Exagera sus capacidades y sus logros.
- Espera ser reconocido como alguien superior en todo lo que emprende.
- Se cree un esquiador especial y único que solo puede relacionarse con otros de su mismo estatus.
- Pretende recibir un trato especial.
- Obtiene provecho de los demás para alcanzar sus propios objetivos.
- Demuestra conductas arrogantes y soberbias.
- Como mecanismo de defensa, desvaloriza a los demás y les demuestra una actitud agresiva. Si bien algunos no exhiben agresividad, esperan de los demás una admiración incondicional.
- La satisfacción narcisista puede también llegar a darse en profesores que valoran tanto su propio desempeño, que lo disfrutan más que la complacencia por los logros de sus alumnos.
Las estrategias de afrontamiento que podemos utilizar frente a esquiadores con personalidad narcisista pueden ser:
- Tener mucha tolerancia frente a sus ideas de grandiosidad dado que es una necesidad importante para ellos.
- En vez de señalarles sus conductas y actitudes deficientes, lo cual sería improductivo porque haría aumentar sus defensas, hacerles sentir que comprendemos sus necesidades interiores de actuar así.
- Evitar cuestionarlos directamente puesto que podemos provocarles rabia narcisista y que abandonen la actividad o el grupo social.
Con esto, sería deseable que aquellos esquiadores con una tendencia de este tipo, se hagan conscientes de que sus actitudes narcisistas no fastidien a las demás personas en las pistas.
En el siguiente artículo analizaremos al esquiador con personalidad tendiente al perfeccionismo.
¡Hasta la próxima!