En Sierra Nevada estamos de suerte. Esta es la segunda nevada gorda que nos cae en sólo siete dias. Y aunque la previsión meteorológica para hoy era malísima, había que intentar aprovechar esta nieve y esquiarla. Nada de esperar a que despeje, que luego el viento hace de las suyas...
Teniais que ver como llovía esta mañana cuando me ha recogido mi amigo Chema (por cierto excelente profesor de la EIE) para subir a esquiar. Aun así, teniamos una corazonada y había que subir.
Cuando hemos llegado en Pradollano comenzaba a nevar pero sin cuajar. Como no teníamos muy claro que fuesemos a poder esquiar, nos detuvimos a tomar un cafelito en el Vertical, y mientras veiamos nevar por la ventana nos intentabamos autoconvecer de que habia que seguir con el plan.
Una vez en la Hoya de la Mora la situacion era muy distinta. Aunque al poco rato ha pasado la maquina quitanieves, en el momento de llegar la carretera tenia mas de una cuarta de nieve y los copos que caian eran enormes.
El dia seguia sin acompañar, pero es noviembre, el mono de esqui aún es muy grande, y la nieve tenia una pinta estupenda, asi que habia que al menos darse un paseito hasta Borreguiles.
A diferencia de la excursion al Veleta del martes, hoy sí que se podía foquear desde el coche sin miedo a reventar los esquis. Aun asi elegimos la carretera que está sin limpiar para que Chema se vaya adaptando a los movimientos, ya que es su primer dia de travesía. Además la pendiente es menor y sirve para ir calentando.
El paisaje es espectacular, el cielo tiene un color gris oscuro, plomizo, como pocas veces lo he podido ver en inviernno, sobre el que destacan los copos al caer. Mientras subimos es inevitable ir mirando atras y contemplar las vistas.
En vez de subir por el ventisquero de Cauchiles, continuamos por la carretera hacia Borreguiles y un pelin antes de llegar optamos por subir por el final de la Granados para luego continuar por el Rebeco.
El dia parecía querer abrirse asi que decidimos intentar seguir al menos hasta la superior del Stadium.
Nos vamos encontrando cada vez con más nieve. Los esquis ya se hunden por completo y puede haber perfectamente 20/25 cm de nieve fresca, sobre todo junto a los burladeros y en las vaguadas.
En Borreguiles se veía movimientos de máquinas pisapista y parece que los cañones han estado en marcha.
De pronto, se produjo un milagro. paró de nevar, se abrieron la nubes y salió el sol. Impresionante el color, la luminosidad y la textura de la nieve. La palabrar babear se queda corta para describir la excitacion que nos provocó pensar en la bajada.
Y aunque ya lo intuiamos, por fin podemos comprobar el alcance de la nevada. Está claro que en cotas bajas no ha nevado demasiado, pero de Borregiles para arriba, esto esta cargadito de nieve.
Las pistas de alrededor tambien tienen muy buena pinta, durante la mañana las han ido pisando y están a punto de caramelo. Y aunque no hemos llegado a subir, pero el Zayas parece estar ya totalmente esquiable. Esta vez no ha nevado con viento y las piedras han quedado totalmente cubiertas.
Tras tomarnos un te calentito en la estacion superior del Stadium, decidimos darnos la vuelta. El tiempo vuelve a empeorar, el sol ya está oculto y no nos gustaria perder una bajada asi por culpa de la niebla.
¡Llegó el momento mágico!
El Rebeco está pisado pero hay que aprovechar las dos cuartas de nieve polvo que hay junto a la pista. Quien sabe cuando volveremos a encontrar unas condiciones asi...
Al final nos cruzamos al Zorro y de ahí deslizando por la carretera hasta el coche.
Nos hubiera gustado seguir bajando por la primera parte del Río, pero en esta zona no hay suficiente nieve, al menos como para bajar disfrutando y con seguridad. Habrá que esperar las proximas nevadas (a final de la semana que viene entra otro frente) o bien que fabriquen algo de nieve.
No se si serán las endorfinas generadas durante la subida, o el éxtasis de la bajada, pero el caso es que mi compi ha terminado algo tocaillo... ¡esa sonrisa no se la habia visto nunca!
Y es que la travesía no deja indiferente al que la prueba... ¿a que esperáis para animaros?