Igual has tenido la ocasión de ver la serie "Tapie", que se ha estrenado hace poco en Netflix y que trata sobre la vida de Bernard Tapie, el excéntrico empresario francés, que, entre otras cosas, llegó a ganar la Champions con el Olympique de Marsella y ser ministro de Francia.
No se trata de una biografía completa y está llena de elementos inventados, pero en general, es más o menos fiel a la historia del empresario.
Una de las cosas que verás en la serie es que Bernard Tapie compraba empresas con problemas por un valor simbólico. En la serie parece que siempre le iba bien, aunque no fue así en todos los casos.
Pero aquí, lo que nos interesa es un caso concreto, el de la empresa de fijaciones Look, que la serie ni nombra y que fue comprada en 1983 por Bernard Tapie por un franco y que, precisamente podría ser considerado uno de los verdaderos éxitos del empresario.
Un poco de historia
Antes de fundar Look, Jean Beyl, gran aficionado al esquí, tenía una compañía de cámaras de aire, así como cuadros y componentes para bicicletas de carreras de alta gama.
En 1947, Beyl tuvo un accidente de esquí y como resultado, se rompió una pierna. Desde su cama de hospital, está seguro de una cosa: la culpa de su accidente es por la conexión entre bota y esquí, que en aquella época era mediante fijaciones por cable. Jean Beyl decide inventar una fijación de esquí llamada la “antifractura”.
Con este invento, decide fundar una marca de fijaciones, que llamará Look, en 1951. Y pone la sede en Nevers, en el centro de Francia.
A partir de aquí, llegará otra novedad, la fijación Nevada, con la primera puntera fija en V, que ya es del estilo de lo que tenemos actualmente. Este tipo de fijación será copiada por muchas otras marcas y será el punto de partida de una revolución en el mundo de las fijaciones, en parte gracias a la dura competencia entre Look y Marker, que las llevaba a mejorar los modelos y sistemas continuamente, como las Look Grand Prix o las Marker Rotamat.
En 1963, la empresa desarrolló su primera fijación pivotante, denominada "N17", que ofrecía un nivel inigualable de protección y rendimiento. Con ellas, Jean-Claude Killy ganaría los tres oros en Grenoble.
Y seguiría la evolución de los modelos y de las fijaciones en general hasta que llega 1983, el año en el que Look es comprada por Bernard Tapie.
Cómo el esquí cambio el ciclismo
La empresa empleaba entonces a unas 450 personas y fabricaba fijaciones de esquí. En aquel momento, el modelo estrella era la Look 99 con la mítica talonera pivotante.
Tras la compra, hubo despidos y momentos complicados, pero muy poco después, la compañía viró el rumbo y 1984 supone un punto de inflexión que marcará el futuro de la compañía y del deporte en general. Los directores de Look deciden adaptar su fijación de esquí al ciclismo. La empresa desarrolla el PP65, el primer pedal automático, diseñado para aportar al ciclista seguridad, y a su vez un rendimiento inigualable.
Pero para dar mayor empaque a la nueva estrategia, Tapie contrata a un ídolo mundial del ciclismo, el francés Bernard Hinault, invierte una barbaridad y utiliza sus empresas como patrocinadores para financiar el proyecto de un equipo ciclista. Así, La Vie Claire (una tienda de comida orgánica), dará nombre al equipo. Terraillon, Wonder y Look también aparecen en el maillot.
Está claro que el ciclismo será el nuevo puntal de la compañía.
La relación entre Look e Yves Saint Laurent
Todos tenemos en mente el logo de Look, que recuerda a una pintura de Piet Mondrian. Pues es precisamente en 1984 cuando el equipo La Vie Claire de Bernard Tapie se inspira para diseñar su maillot. Quizás no, pero seguramente se basó en un diseño de un vestido de cocktel de Yves Saint Laurent de 1965, homenaje a Mondrian.
El vestido de Yves Saint Laurent
El maillot del equipo, uno de los más recordados de la historia del ciclismo
Con el maillot con los colores de Mondrian, el siguiente paso es cambiar la imagen de Look, adoptando los mismos colores y que siguen siendo la imagen en la actualidad.
Éxito en el Tour de Francia
Al año siguiente, 1985, durante el Tour de Francia, mientras que todos los ciclistas fijaban sus pies a los pedales con correas, Bernard Hinault prueba los revolucionarios PP65. Al final de la decimocuarta etapa, cerca Saint-Etienne, sufre una fuerte caída durante el sprint final. Tras cruzar la meta, con la cara ensangrentada y la nariz rota, declara a la prensa: “Sin los PP65, la caída habría sido muchísimo peor y seguramente no sería capaz de tomar la salida mañana. Es la evolución técnica más importante de los últimos 30 años”. Ese año, Hinault ganó su quinto Tour.
A partir de ese momento, los pedales automáticos empezaron a usarse cada vez más y de hecho, si llevas una bici de carretera, es posible que tus pedales sean Look. Y todo ello, gracias al esquí.
División de la compañía
Tras los éxitos cosechados por Tapie, en 1994, la parte de la compañía dedicada a la nieve se vendió al Grupo Rossignol, mientras que en 1998, se vendió la de ciclismo.
Actualmente, por tanto, son dos compañías completamente independientes, aunque sigan manteniendo el famoso logo de estilo Mondrian.
¿No crees que esta historia merecía aparecer en la serie?
