Hay zonas que un esquiador sólo conoce en invierno, cubiertas de nieve. De hecho, es en la época más fría del año cuando tienen más que ofrecernos a los que amamos más el blanco que el verde.
Pero no olvidemos que las montañas también tienen una versión amable en verano: noches frescas, grandes paisajes y multitud de opciones para los que gustan de actividades al aire libre, huyendo de las aglomeraciones que se dan en la playa.
La montaña fuera de temporada se vive a otro ritmo. Ya no hay que madrugar para llegar a esa silla que parece que se nos escapa y que queremos ser los primeros en coger, no se hace de noche a la que llegamos a casa, no hace frío... Parece que es mucho más amigable, pero aún así, la preferimos con su cara más hostil, aquella que nos permite disfrutar de nuestro deporte favorito, porque salir en bici o a correr está muy bien, pero donde estén un par de esquís en los pies...
En mi caso, hay un destino de esquí que tengo pendiente desde hace tiempo y que parece que se me resiste: Austria. Y con este país se da la paradoja de que últimamente vamos unos días por allí en verano, pero no a Viena o a Salzburg, sino al Tirol, a destinos que en invierno son auténticos paraísos de nieve para los esquiadores. Y claro, sin haber catado lo que ofrece este país en invierno, me tengo que conformar con su propuesta veraniega, que es igualmente espectacular.
Otra de las zonas de esquí, en el vecino pueblo de Ehrwald. Toda la zona, más Garmisch Partenkirchen forma parte de un forfait conjunto (aunque también se venden por separado) llamado Top Snow Card, que permite acceder a 88 remontes y 210 km de pistas. Y todo esto con un forfait de temporada que no llega a los 600 euros. Quizás demasiado diseminado todo, pero mantiene el espíritu de una estación en cada pueblo.
Pero estamos en el Tirol y hay otros destinos interesantes que se pueden visitar.
Heiterwanger See. Los lagos alpinos ofrecen una paz enorme, y navegando con una barca eléctrica, aún más.
Y no podiamos dejar esta zona sin visitar una de las mecas del esquí de competición, Kitzbühel. Un pueblo precioso rodeado de espectaculares montañas. En invierno tiene que ser la leche...
El arco de meta se puede ver en varias partes
Museo BMW en Munich, muy recomendable para los amantes de los coches
Y aunque aquí tienen mejores zonas para practicar el esquí, me quedo con nuestros vinos.
En fin, que a ver si la próxima es con nieve :-) Pero aunque no haya nieve, disfrutar de estos lares en verano merece mucho la pena.