Uno de las fechas importantes en el calendario de pretemporada llega cuando tu estación favorita pone a la venta los forfaits de temporada. Hay ganas, muchas ganas de nieve y somos muchos los que esperamos este momento para abalanzarnos a hacernos con ese trozo de plástico que tantas satisfacciones nos da.
Pero antes uno se habrá preguntado si se tiene que sacar el forfait de temporada o no. En algunos escenarios está muy claro. No es raro que me salgan más de 50 días de esquí. Y tengo que remontarme a muchas temporadas atrás para encontrar un año con menos de 30 días. Si el 80% de los días esquío en la misma estación, estamos frente a un caso que no admite dudas.
Pero hay determinado tipo de gente a la que no le encaja el forfait de temporada porque no les gusta estar atados a una estación. Van a una u otra en función del tiempo, la cantidad de nieve, etc. Y es más, seguramente les aburriría tener que ir cada vez al mismo sitio. A mí me pasa lo contrario. Soy de la teoría de que cuanto más conoces una estación, más fácil sacarle todo el partido y disfrutarla más.
Si no eres del primer grupo y esquías bastantes días al año, vale la pena sacar el forfait de temporada. Es como ser socio de un gimnasio, de un club de fútbol o abonado a la ópera. Si cada vez que vas tienes que pagar, al final habrá muchos días que, por el motivo que sea, pensarás que es mejor no ir. En cambio, si ya está pagado, es cuestión de aprovechar al máximo. Es el «efecto buffet libre», pero con la ventaja de que esto no engorda.
La decisión es difícil cuando esquías pocos días más que los que necesitas para amortizarlo. Pero seguro que si estás en este caso y acabas teniendo forfait de temporada, esquiarás más días. Y la sensación que da no tener que pasar por taquilla en toda la temporada….
No he sido siempre usuario de forfait de temporada. Lo tuve algún año cuando esquiaba con la familia. Después, cuando básicamente subíamos con amigos, ya no. Íbamos a sitios distintos y no era plan de sacarse uno de temporada y acabar esquiando la mitad de los días en otras estaciones. Pero eso ya pasó y ahora la gran mayoría de las jornadas de esquí pasan en Masella y La Molina. Por ello, no me entra en la cabeza no tener forfait de temporada.
En el momento de retratarse siempre duele. Pero después es una maravilla disponer de acceso solo limitado por las ganas que tengas de esquiar. Acabas esquiando más días de los previstos y sobretodo, esos días por los que nunca pagarías un forfait.
Si eres de los que subes bastante a esquiar y no te sacas el forfait de temporada, no te lo pienses y pruébalo un año. Disfrutarás mucho más de tu deporte favorito.