El mejor equipo que he tenido nunca suele ser el último, de manera que es el que tengo ahora, formado por una chaqueta y pantalón Peak Performance Heli Alpine. Calidad a raudales y un diseño muy cuidado con colores sobrios (una vez ya juré que nunca más caería en colores chillones, aunque he vuelto a caer en parte). Pero hoy no quiero hablar del mejor porque la tecnología evoluciona y no tiene mérito que el último sea el mejor, lo que quiero decir es que hay uno que recordamos especialmente porque marcó un antes y un después en ese momento. Y aquí el último ya no suele ser el que tenemos en la cabeza con este criterio.
Es posible que el motivo sea que era muy caro y te costó un montón hacerte con él, que el material aquí era muy precario y lo compraste fuera, que fue el primero realmente de calidad que tuviste.... Hay mil motivos para que tengas tu favorito. Os voy a contar el mío.
Estoy hablando de 1996, hace casi 20 años. Llevaba años con un Nevica formado por pantalones amarillos y anorak violeta. La moda había pasado pero yo seguía luciendo de esta guisa. Hasta que llegó el momento de cambiar.
Qué alegría con la que saltaba cualquier cosa hace años
Yo soy de cambiar poco, pero cuando cambio voy a fondo. Y empecé mi búsqueda hasta que lo vi colgado en la pared de una tienda que había en la calle Copérnico de Barcelona que se llamaba Cofix. Un dos piezas formado por una chaqueta tres cuartos y un pantalón peto. Era de una marca que no había oído en mi vida, Spyder, y tenía un precio que quitaba el hipo, pero era sencillamente espectacular por fuera y por dentro: membrana Entrant GII, apliques de Cordura, Teflon, cremalleras de ventilación,... Una cantidad de tecnología increíble. Y detalles varios, como la gamuza para limpiar las gafas e infinidad de bolsillos para llevar radio, móvil y todo lo imaginable. Parecía indestructible. Nada que ver con todo lo que había visto hasta la fecha. A este equipo parecía que le podías pasar un cutter y no le pasaba nada.
Era el modelo Spyder Tommy Moe en color rojo, el tope de gama de la marca en aquel entonces. Una marca cuyo logo era una araña, que entonces nadie conocía pero que gracias a sus buenos productos llenaría los armarios de muchos de nosotros en poco tiempo. Me gustaba tanto que puse las arañas adhesivas que venían en una ventana de casa. Y allí siguen...
Y con tanto nivel, el equipo me duró 6 temporadas hasta que lo cambié precisamente por otro Spyder y lo guardo casi nuevo en un armario porque es especial. En los últimos años me he ido por otros derroteros básicamente por buscar configuraciones de tres capas, pero sigo teniendo a la marca de la araña como una de las mejores y los días que hace frío y toca esquiar "normal", como este fin de semana, echo en falta volver al pasado.
Fotos de los últimos años con el Spyder Tommy Moe en el 2001, ya con unos Omeglass (mis segundos carving) y mi primer casco
Este es el mío... y tú, ¿tienes o has tenido un equipo especial?
Y por cierto, quedan muy pocos días. ¿Ya has rellenado la encuesta de usuarios Nevasport? Muchas gracias por tu colaboración. Aquí la tienes: