El sábado ya teníamos planes inamovibles, pero la noticia de que La Molina abría nos hizo reaccionar y a mediodía aproveché para subir, poner calefacción, ir a la estación y cerrar temas administrativos con el club, recoger forfaits, etc. Total, que llegaba a las 3 de la tarde a La Molina. Tiempo justo para poder disfrutar de las primeras bajadas de la temporada. Hacía bastante viento pero era el primer día y no tenía cara de que me importara demasiado. Además, he esquiado en condiciones bastante peores, así que nada iba a aguar la fiesta del estreno.
De camino ya se divisaba mucha nieve en las montañas. Buena señal.
La Collada estaba con muy buen aspecto:
Es una alegría llegar y ver la zona de Alabaus así:
La emoción de volverse a calzar las botas tras más de seis meses. Es un momento especial:
Nadie diría que estamos en noviembre. La Molina vestida con los colores de gala para el estreno:
La nieve aguantaba en los árboles:
Impresionante desde arriba de Comella. Porque la protección del cañón delata, porque sino nadie pensaría que podría ser una foto actual de La Molina. Las luces ya eran las de última hora y prácticamente esquiaba solo:
Primer día completado. El viento no había dejado abrir las zonas altas, aunque para el tiempo que tenía no me hubiera podido pasear demasiado. Me dediqué a Muntanya Sagrada para calentar y Comella + Estadi para ir cogiendo el tono. Hasta hice una Trampolí para ver cómo estaba de cara al día siguiente con la prole.
Hacía frío, así que nada más reparador que sentarse junto al fuego tras la jornda de esquí.
Al día siguiente ya subimos todos y tuvimos mucho mejor día. Seguía haciendo viento pero el sol quería salir y ya no era lo del sábado. Aunque las zonas altas seguían cerradas.
Es un lujo poder esquiar en estas condiciones. Era domingo, pasadas las 13h y no había prácticamente nadie en las pistas:
En la salida de Comella. Cambia mucho cuando esquías y el paisaje acompaña:
La conexión con Masella, de momento cerrada:
Pista Trampolí. Es lo que tiene cuando vas con los peques y es su primer día:
En resumen, tuvimos poco tiempo para esquiar pero lo pudimos aprovechar a tope. Las montañas están cargadas de nieve, no recuerdo un inicio de temporada tan positivo y con tan buen aspecto.
Ahora a esperar al próximo fin de semana. ¡Vuelve la rutina invernal!
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