Hace tiempo, un billete de avión en clase turista, pongamos de Barcelona a Londres costaba unos 300 euros. Y todos los que viajaban en esa clase habían pagado lo mismo. De igual modo sucedía con los hoteles. Sin embargo, hoy en día casi nadie de los que viajan en un avión o se alojan en un hotel ha pagado lo mismo por su billete o su habitación. Pues bien, algo parecido está empezando a pasar en Estados Unidos con los forfaits de las estaciones de esquí.
Los americanos ya fueron los primeros en bajar los precios de los forfaits de temporada y poco a poco nos vamos encontrando que hace falta esquiar menos días para que salga a cuenta sacarlo aquí. Así que el siguiente paso está servido. Dar salida a esos días en los que las estaciones están vacías. Y si allí está empezando a tomar cuerpo, no tardará mucho en implantarse por aquí.
Muchas estaciones de aquí no venden semanas, viven del esquiador de fin de semana, así que se trata de incentivar a la gente para que suba entre semana. Y el precio, en estos casos, es un gran incentivo.
En Estados Unidos ya existe una web que ofrece descuentos en forfaits adquiridos con antelación y con variedad en el precio en función del día. Se llama Liftopia y la fundaron dos extrabajadores de un portal de ofertas de viajes. Y por la cantidad de dinero que están sacando en rondas de financiación, ya se ve que la cosa puede tener futuro.
Un escenario de precios variables seguro que ayudaría a equilibrar la afluencia de gente, disminuyendo las aglomeraciones de los días punta y dando ambiente los días más tranquilos. El sector está en crisis y hay que buscar ideas. Tiempo al tiempo...