Si eres de los que vas cambiando de esquís con cierta regularidad, observarás que la medida de los mismos ha sufrido bastantes cambios.
No voy a referirme a la época en la que había que levantar el brazo para saber la medida de esquí que te correspondía, esa época no la viví. Pero ya bastante antes de la aparición de los carving, llevar esquís muy largos era sinónimo de nivel y era fácil llevar esquís entre 190 y 210 cm. Con el carving, al principio bajó un poco la medida, en torno a 180 cm, pero al cabo de poco tiempo empezó una fiebre por acortar esquís, llegando a ver esquís de alrededor de 150 cm con los que muchos usuarios estaban encantados. Aún recuerdo mis primeros Omeglass de 157 cm, que eran una auténtica rareza hace más de 10 años.
Pues bien, parece que esta fiebre por reducir medidas se ha frenado en seco con el rocker y ahora volvemos a incrementar la longitud de los esquís, siendo habitual ver esquís de freeride con bastante altura para conseguir mayor flotabilidad.