Muchas veces pensamos en deportes que podamos comparar con el esquí. Deportes que nos aporten sensaciones de libertad, adrenalina y velocidad mezclados.
Muchas veces decimos que la bicicleta es uno de esos deportes que nos aporta algunas de esas sensaciones, pero la verdad es que tiene más cosas en común de las que nos podemos pensar, al menos yo lo veo así.
Podríamos diferenciar tres disciplinas claras del esquí con sus homólogos de las 2 ruedas.
1. Ciclismo de carretera.
Éste tipo de ciclismo sería el comparable al esquí alpino en pista. Por un lado, en la bicicleta circulamos por carreteras asfaltadas, algunas mejor que otras. Carreteras preparadas para la circulación de vehículos. Por el otro, tenemos el esquí, en el que descendemos por pistas preparadas, pisadas, sin nada que nos pueda dar un sobresalto.
Aquí tenemos sensación de velocidad y control del terreno.
Otra similitud sería el material empleado, en la bici usamos ruedas estrechas y en el esquí usamos también patines estrechos.
2. Descenso en BTT.
Ésta modalidad de bicicleta es la que sería comparable al esquí fuera pistas, pero siempre dentro del terreno controlado por la estación.
En una bici de DH, descenderemos por senderos y caminos preparados para ello, han sido adecuados para, dependiendo de nuestro nivel, poder bajar por un recorrido u otro. En ellos hay saltos, raíces, piedras... pero siempre sin sobresaltos.
Su homólogo en el esquí sería el fuera pistas por estación. El terreno ya no es llano ni con nieve pisadita, nos encontramos con distintos tipos de nieve, árboles, saltos, zonas sin preparar, pero siempre en un entorno más o menos controlado para no sufrir sobresaltos.
El material empleado también es comparable, mientras que la bici usa ruedas muy anchas, el esquí para fuera pistas también gozará de un patín ancho.
3. Ciclismo de montaña.
Éste último punto se equipara con el esquí de montaña. Por un lado tenemos terreno no controlado en el que nos podemos encontrar de todo, árboles, piedras, raíces, animales y un punto de aventura. Estamos en el monte, en silencio, en comunión con la naturaleza, sin ruidos, sólo el de las ruedas rozando el suelo y el de los frenos. En el esquí, sólo escucharemos el rozar de las suelas en la nieve y los derrapajes al girar.
El material usado también es comparable, mientras que las ruedas serían más anchas que unas de carretera y más estrechas que unas de descenso, los esquís tendrían unos patines entremedio de los de pista y los de fuera pista. Ambos nos permiten avanzar pero obteniendo más control sobre el terreno.
Otro punto en común entre los dos deportes es que en ellos vamos unidos al material que usamos. Somos un sólo ente, un sólo ser. En la bici usamos pedales automáticos que nos permiten enganchar las botas o zapatillas a ellos, justo igual que en nuestro deporte blanco, enganchamos las botas a los esquís a través de las fijaciones.
Así pues, ésta sería una reflexión de lo que se pueden comparar estos dos deportes. Si estás leyendo ésto, seguramente para tí no hay nada comparable con el esquí, pero una buena alternativa será la bicicleta, estarás en la naturaleza y te pondrás en forma para la nueva temporada.
Si le encontráis alguna similitud más, la podéis compartir en los comentarios, y si queréis saber más, cómo siempre...