Entrevista desde la Antártida: Javier Cacho en isla Cacho

Entrevista desde la Antártida: Javier Cacho en isla Cacho
Con las últimas luces del 7 de febrero de 2024 Javier Cacho y la Sociedad Geográfica Española hollaban por primera vez la isla de Cacho.

Esta es la primera entrevista que un servidor de ustedes realiza con alguien que se encuentra actualmente en la Antártida. Creo poder afirmar que es la primera entrevista que publica Nevasport con un científico español en misión antártica. Es un momento muy especial para mi, un momento único y no solo  porque la experiencia en si es harto interesante, sino porque la persona a la que estamos entrevistando es Javier Cacho, físico y eminente científico, explorador, viajero y escritor.

El bueno de Javier rodeado de hielo, su elemento

Isla Cacho recibió el nombre del científico español hace tres años “por su contribución a la investigación del continente helado y por su apoyo al programa antártico búlgaro”. Tal y como nos explicará a continaución Javier, desde la Antártida, la Isla Cacho apareció hace unos años porque en realidad se pensaba que era parte de la isla Snow, pero con el calentamiento se derritió el hielo que las unía y se comprobó que no había tierra debajo.

Los miembros de la actual expedición en la Isla Cacho 

La Expedición Antártica SGE 2024 forma parte de la expedición científica que el Instituto Antártico Búlgaro desarrolla este año. Los participantes viajan a bordo del barco científico “Saint Kiril and Metodii” (los dos hermanos que crearon el alfabeto cirílico) o RSV 421, y van liderados por Javier Cacho, físico, escritor y divulgador científico. Los miembros de la SGE que integran la expedición son:

Javier Cacho, Premio Comunicación SGE 2022-2023
Mercè Martí, Premio Viaje del Año SGE 2003
Montserrat Monjardín
Francisco Javier Moreno
David Naranjo
Gonzalo Naranjo
Juan Ortiz de Solórzano
Manuel Pascual
Ricardo Saavedra
Alfonso Zubiaga
 
 
Javier Cacho, Premio Comunicación SGE 2022-2023, investigó como científico la capa de ozono en la Comisión Nacional de Investigación Espacial (CONIE) y luego en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Formó parte de la Primera Expedición Científica Española a la Antártida, a donde regresaría varias veces como jefe de la Base Antártica Juan Carlos I. Pero Javier Cacho es también uno de los grandes divulgadores de la exploración polar, con sus libros, conferencias y artículos. En los últimos años se ha convertido en la referencia imprescindible para quienes se interesan por conocer la apasionante historia de la exploración polar. Ha publicado diversos libros relacionados con la historia de la exploración polar como Amundsen-Scott: Duelo en la Antártida, Shackleton el indomable, Héroes de la Antártida. Historia del descubrimiento del continente blanco, Nansen. Maestro de la exploración polar y Yo, el Fram.

Javier Cacho, autor prolífico, divulgador científico, físico eminente y explorador a tiempo parcial 

Conectamos con Javier. Hoy en día, los satélites hacen milagros. 

Cada viaje a la Antártida es una nueva aventura inolvidable. ¿Cómo ha surgido esta nueva oportunidad de visitar la tierra que tanto te fascina?
 
Efectivamente, cada viaje es una nueva aventura y esta oportunidad surgió cuando la Sociedad Geográfica Española decidió organizar un viaje a la Antártida, montar una expedición hace más o menos un año. Cada X tiempo se organizan expediciones científicas y me pidieron a mí, más o menos, que les ayudara a organizar el viaje. Bueno, para mí fue una gran responsabilidad y a la vez una gran alegría el tener de nuevo la oportunidad de volver a esta tierra que hace ya muchos años que me robó el corazón. Yo creo que me he pasado cerca de un año, unos diez meses, organizando la expedición. Para ello llegamos a un acuerdo con el Instituto Antártico Búlgaro, con el que mantengo muy buena relación y donde tengo buenos contactos y grandes recuerdos. Tengo muy buenos amigos allí, nos hemos ayudado mucho, hemos trabajado juntos muy bien y les comenté si podíamos volver a colaborar. Les pregunté si podían buscar un hueco para 10 personas en su próxima expedición, para poder ver in situ como trabajan los científicos en la Antártida, como trabajan sus científicos en el barco durante la travesía por mar, y luego en la base. Y por supuesto, para realizar un seguimiento de como trabajan los científicos en las bases españolas y poder escuchar historias interesantes sobre la Antártida, desde aquí, sobre la propia Antártida. Es una labor de investigación y divulgación muy interesante. En mi caso, me he especializado en las historias de la exploración polar que como sabéis, es a lo que me dedico desde hace bastante tiempo.  He escrito y sigo escribiendo muchos libros de divulgación científica e histórica, sobre las expediciones polares y en concreto sobre la exploración antártica y bueno, una vez lo tuvimos todo organizado, nos preparamos para que entre el 29 y el 30 de enero pudiéramos salir con dirección a la Antártida
 
Este es tu viaje número…
 
Es mi octavo viaje. El primero fue participando como miembro de la primera expedición científica española a la Antártida en 1986, ha llovido mucho y ha nevado mucho desde entonces. Luego regresé al hielo durante la primavera de 1988 y durante el invierno y la primavera de 1989. Después fue en tres ocasiones, como jefe de la base antártica española Juan Carlos I (desde 1995 a 1997) y luego en 2005-2006. Claro, suena un poco raro, pero estamos hablando del verano antártico, del verano austral y por lo tanto durante el verano austral en el hemisferio sur siempre te pilla a caballo entre dos años. 

La isla del Rey Jorge suele estar muy concurrida, siendo uno de los puntos de entrada a la Antártida

¿A través de qué ruta has llegado esta vez a la Antártida?
 
Pues esta vez he llegado a la Antártida a través de una ruta mixta. Por una parte, como miembros de una expedición científica búlgara en colaboración, pues gracias a dicha colaboración con los búlgaros pudimos volar en un charter fletado por el programa antártico portugués, junto a investigadores ingleses, coreanos, españoles y evidentemente portugueses. Aterrizamos en el aeródromo en la isla del Rey Jorge y allí nos estaba esperando el barco búlgaro, con el que empezamos nuestras actividades a nivel de logística y de investigación.

¿Qué labores realizasteis al llegar?

Primero fuimos a la base Carlini, situada en la margen oriental de la caleta Potter en la isla 25 de mayo (las investigaciones científicas más relevantes que se realizan en la base abarcan la biología costera y terrestre, oceanografía, geología y glaciología). En la base Carlini dejamos a dos científicos del Oceonogràfic de Barcelona, y estuvimos visitando la base, observando muy de cerca su labor científica. Fue muy interesante conversar con varios investigadores suizos y franceses que estaban realizando un estudio sobre los micro-plásticos que se encuentran, como bien sabes, en todos los lugares del mundo, hasta en la Antártida. Después continuamos con las labores que teníamos programadas: reabastecimiento de bases y cambio de científicos de un lugar a otro. Ahora, mientras hablamos, ya hemos terminado nuestras actividades y nos preparamos para regresar. Vamos a poner rumbo a Sudamérica, hacia la Tierra del Fuego.
 

La base Carlini 

Regresáis por mar, será un viaje movido...
 
Pues sí. Pasaremos el estrecho de Drake (Mar de Hoces) y llegaremos dentro de unos 3 días. En barco es toda una odisea, mientras que en avión el recorrido es de hora y media.  En barco son tres días y tres noches, un periodo que se hace muy largo donde la navegación es muy complicada. Es una de las zonas más complicas del planeta, con la corriente circumpolar que es una corriente marina de aguas relativamente frías que fluye de oeste a este alrededor de la Antártida. Junto a la corriente, la meteorología cambiante también suele convertirse en un obstáculo, al tener por una parte la Península Antártica y por otro la Tierra del Fuego y la Cordillera de los Andes…Se llega a formar un embotellamiento brutal, que crea un aumento de las precipitaciones, sumado a la fuerza del viento…Aquí suelen sucederse las borrascas que golpean de manera muy fuerte a los barcos. Vamos a ver que nos encontramos durante los próximos tres días…En unos dos o tres días alcanzaremos la Tierra del Fuego y de ahí nos dirigiremos siguiendo la corriente atlántica de Argentina hasta Comodoro Rivadavia.

La travesía hasta las Islas Shetland del Sur, implica cruzar el fatídico Estrecho del Drake

 
En esta ocasión, ¿has notado algún cambio, alguna evolución en el paisaje, en el hielo…?
 
La Antártida siempre te sorprende y cada vez que vengo observo cambios. En los últimos tiempos, he notado algo que he comentado con varios científicos, y me han dado la razón, que está ocurriendo. Es algo que está ocurriendo en varios puntos, observamos que el musgo antártico está más verde. Hay más musgo del habitual, sobre todo en la Isla Decepción, que es una isla preciosa, con un interesantísimo volcán que se han hundido, creando una caldera llena de agua por la que se entra a través de una pequeña apertura o hendidura que ha quedado con el paso del tiempo. Es como una especie de Donut que se ha formado y allí me di cuenta de que había más verde que en otros años. Recordé la última vez y noté que por un lado había más verde, pero, por otro lado, más nieve. Nos ha nevado mucho estos días, y diría que hace más frio de lo normal. Por un lado, observamos más nieve y más frio y por otro más verde. Será interesante investigar qué es lo que podría estar cambiando en la Antártida.
 
 
Hablemos ahora un poco de tu isla. Es impresionante que le pongan tu nombre a una isla y que puedas visitarla. Debe ser una sensación única, inolvidable… ¿De dónde viene la idea, quien la bautizó?
 
Tengo una isla que lleva mi nombre tras una petición del Programa Antártico Búlgaro a la máxima autoridad científica antártica. Tenían que justificar, lógicamente, las razones por las que ellos solicitaban que una isla sin nombre pudiera llevar el mío. Ahí no vale decir cualquier cosa, tienes que justificar muy bien la petición. Ellos pusieron sobre la mesa que he viajado varias veces a la Antártida, que soy científico (físico especializado en la capa de ozono) y que desde hace muchos años estoy llevando a cabo una intensa labor divulgativa sobre la Antártida, y después está toda la ayuda mutua que nos hemos prestado, trabajando en colaboración con el programa antártico búlgaro, para poder asentarnos en esta tierra…Y bueno, parece ser que la máxima autoridad juzgó que eran méritos suficientes y por lo tanto, en mayo de 2020 una pequeña isla que no tenía nombre, fue bautizada con mi nombre.

Javier Cacho en su isla, rodeado de buena gente

¿Dónde está situada?
 
La isla tiene una extensión de 1,6 hectáreas y está situada al norte de la Península Antártica. Sus coordinadas concretas, según el Diccionario Geográfico Internacional, son 62º 46´05´´ S y 61º 14´38´´ W. "Cacho Island" tiene aproximadamente 750 m de largo y 350 de ancho, con forma de media luna. Inicialmente pensaban que formaba parte de una península unida a una isla más grande, la isla Snow, pero luego resultó que había un puente, un puente de hielo que llevaba tantos siglos ahí que parecía una roca, estaba cubierto por nieve y hielo sucio y con el paso de los años, al subir la temperatura se abrió un paso de unos 40-50 metros, convirtiéndose en la isla que es ahora. Al ser una isla tenía derecho a tener un nombre y ahí es cuando los científicos búlgaros entran en acción, decidiendo que ese lugar era perfecto, pues estaba cerca de la base española Juan Carlos I, de la que yo había sido el máximo responsable durante varios años. Es una base que está cerca de la búlgara, con la que hemos compartido muchas actividades, ya sea a nivel de trabajo como a nivel de ocio. La logística compartida siempre ayuda y a nivel de desahogo, va muy tener a alguien cerca con quien charlar, hablar de proyectos, de nuestras familias e incluso cantar…Era una isla que estaba en nuestra zona y decidieron ponerle mi nombre.

 
Javier Cacho entrando para siempre en la posteridad, tu nombre pasará a la historia…
 
Sin lugar a duda, que pongan tu nombre a una isla es un motivo de orgullo y alegría.  Cuando me lo comunicaron me hizo mucha ilusión. Me acuerdo del comentario de un buen amigo, donde destacaba que, dentro de varios siglos, mi nombre permanecerá ahí, seguirá vivo a través del tiempo y de la historia…Y eso de algún modo te convierte en inmortal. Si alguien preguntará dentro de unos años quien es Javier Cacho y porque le han puesto su nombre a una isla, espero que la Wikipedia siga en activo y puedan descubrir quién soy, o quien era. Mi nombre permanecerá en la Antártida para siempre. La Antártida está llena de nombres de exploradores míticos y de científicos, de gente que, de un modo u otro, forma parte de la historia de las primeras conquistas y descubrimientos. Es algo realmente único que tu nombre figure al lado de nombres de exploradores como Filchner-Ronne, Amundsen, Scott, Ross etc…Agradezco muchísimo el papel que han tenido los científicos búlgaros en esta nueva aventura.
 
¿Has notado si las temperaturas son más altas o más bajas que otras veces a lo largo de este viaje?
 
Las temperaturas las he notado más bajas para la época del año en la que estamos. Normalmente, la temperatura debería ser un poco más cálida, y de momento, hemos encontrado frio y nieve. Nos ha nevado bastante y el viento, hemos tenido mucho viento, muy fuerte. Pero bueno, no es nada extraño encontrarse con fuertes rachas, es más o menos lo que esperaba encontrar.
 
¿Alguna conclusión final antes de regresar?
 
He pasado unos días fantásticos pero bueno, todo llega a su fin.  He tenido la suerte de poder tener una isla con mi nombre en la Antártida y al mismo tiempo, he tenido la oportunidad de poder visitarla y lo mejor de todo, he podido visitarla entre amigos, eso es algo que me toca el corazón. Me ha hecho mucha ilusión poder realizar este viaje con las personas que han contribuido a que a que yo pueda tener una pequeña parte de ese lugar, sin olvidar a mis compañeros de la Sociedad Geográfica Española que han puesto toda la ilusión del mundo en acompañarme y vivir este viaje con la misma intensidad o incluso con más intensidad de la que yo lo estoy viviendo. Cuando muchos amigos y conocidos se enteraron, en 2020, de que habían puesto mi nombre a una isla me preguntaban: - “¿Ya has ido a verla?”, como si esto fuera ir al Museo del Prado o el Cosmocaixa. Tú no puedes ir a la Antártida, así como así, o formas parte de un viaje organizado, para turistas o viajas haciendo una actividad científica. A nivel personal, pensé que posiblemente nunca más regresaría y que no podría ver mi isla. Ya me había acostumbrado a la idea, pero, de repente surgió la oportunidad de liderar un proyecto conjunto con Bulgaria y me pusieron al frente. Lo seguí muy de cerca, han sido 10 meses de preparación, de realizar un memorándum, de llegar a un acuerdo satisfactorio por las dos partes…No ha sido sencillo, pero lo hemos logrado. Es más, te diré que mis compañeros también querían verlo, tenían mucha ilusión a la hora de comprobar que yo podría ver mi isla. Los búlgaros me dijeron que: - “No solo era nuestra obligación ponerle tu nombre a una isla, sino también traerte hasta aquí para poder verla”.

Javier Cacho en Barcelona, poco antes de embarcarse en su nueva aventura antártica

 

Con nuestro más sincero agradecimiento a la Sociedad Geográfica Española.

 

Detalles sobre Isla Cacho:

Con un brazo de la península de Hall forma una ensenada (llamada de Ivaylo o Ivaylo Cove en honor a un héroe de origen humilde que llegó a ser emperador de Bulgaria en el siglo XII), que está muy bien protegida de los fuertes vientos y corrientes de la zona. En ella fondeaban los antiguos buques foqueros, mientras los cazadores se repartían por las playas de la isla Snow dando muerte a focas y elefantes marinos. Todo esto lo sabemos por los cuadernos de bitácora de los navegantes. El lado norte de las islas no ofrecía protección a los barcos y estos la buscaban en las zonas meridionales, como también ocurría en la bahía sur de isla Livingston, donde ahora se encuentra la base española Juan Carlos I y la búlgara San Kliment Ohridski. En toda la costa que rodea la isla Snow, el único punto al abrigo de las tempestades es precisamente esa ensenada que forma con "su" isla.

Hace siglos cada explorador podía dar a los accidentes geográficos el nombre que quisiera, tanto el de su rey o reina como el de un amigo, su niñera o el de su gato. Desde hace tiempo eso ya no es posible y tienen que ser nombres que guarden una profunda relación con la Antártida. Cualquier país que pertenezca al Tratado Antártico tiene potestad para proponerlos, si no lo tienen ya. Eso exige un minucioso trabajo de localización y una precisa caracterización geográfica.

 
En esta zona, este trabajo lo realizó la Comisión Búlgara para los Topónimos Antárticos, que luego recibió la propuesta del Instituto Antártico Búlgaro de nombrar a uno de estos accidentes con mi nombre. Una vez que fue aprobado, desde la oficina del presidente de Bulgaria se envió la propuesta al SCAR, la máxima autoridad científica en la Antártida. Este organismo comprobó que efectivamente ese accidente geográfico no tenía nombre asignado, que la información geográfica era la adecuada y que los méritos por los que se proponía eran suficientes.


 
 

6 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    10/02/2024 16:42
    #1
    Buena continuacion de entrevista.

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    • Gracias!
  • #2
    Fecha comentario:
    10/02/2024 17:43
    #2
    #1 Ahora mismo está navegando hacia Argentina.

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    • Gracias!
  • #3
    Fecha comentario:
    10/02/2024 18:34
    #3
    Que tenga una buena y tranquila travesia. Que disfrute de su expedicion.

    Parece mentira lo que es cruzar los diversos estrechos con barcos actuales y en verano, como podian en 1.5xx , hacer mapas y cruzar esa zona en cualquier epoca.

    Grande Sr.Cacho. :+:

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    • Gracias!
  • #4
    Fecha comentario:
    10/02/2024 19:14
    #4
    #3 Según parece, hay algo de movimiento….Una hora y media de avion vs 3 dias de mareo…

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    • Gracias!
  • #5
    Fecha comentario:
    10/02/2024 19:40
    #5
    #4

    3 días de mareo , lo puedes decir y se da fe .... aun en verano austral el estrecho, vas con combinaciones, entre islas ... pero llegar a las Shetland , es un descanso, aun haciéndolo en 10 días y entretenidos.
    En 3 días y barco pequeño ..., de ahí viene según contaban el aro en la oreja de los marineros que habían circundado el pasaje Drake..

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    • Gracias!
  • #6
    Fecha comentario:
    12/02/2024 16:22
    #6
    Muy interesante!!! decir que le ponen tu nombre a una isla en la antartida.... muy top... y como regalo de San Valentin tambien, para algun millonetis, jajajjajaajja :+: :+: :+:

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    • Gracias!

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