Historia del Valais, parte II

Historia del Valais, parte II
Sion, la capital del Valais Desde la segunda mitad del siglo xix hasta el presente, Sion se ha convertido en un nucleo socioeconómico de primer nivel, con un centro histórico medieval perfectamente conservado, un m

Sion, la capital del Valais

Desde la segunda mitad del siglo xix hasta el presente, Sion se ha convertido en un nucleo socioeconómico de primer nivel, con un centro histórico medieval perfectamente conservado, un magnífico conjunto de iglesias y cuatro castillos que compiten por ofrecer la mejor panorámica sobre la ciudad: Majorie/Vidomnat, Montorge, La Valère y Tourbillon. Sion está considerada como una de las ciudades más antiguas de Suiza, ocupada desde el Neolítico antiguo hasta hoy día, sin interrupción. Los primeros habitantes de Sion crearon junto al Ródano una necrópolis de pequeños cazadores entre los años 7.000 y 5.000 años a.C (en el Museo de Historia de Sion podemos ver una interesante muestra del arte y las costumbres de los primeros pobladores).

El actual nombre de Sion deriva del latín Sedunum, que a su vez deriva de la tribu celta de los Sédunes (en latín, Sedunii), que se asentaron en la región procedentes del este y crearon un poblado estable. Con el paso de los siglos, Sion se convirtió en un importante centro de producción de bronce. El mismo Ptolomeo cita en sus escritos la existencia de un asentamiento de Drousimagos en la zona, al nordeste de Martigny, que traducido puede entenderse como mercado de drusos, antiguos comerciantes de madera. Aunque Julio César trató de conquistarlo, el Valais se transformó en una provincia del Imperio romano bajo el emperador Augusto, dando paso a una época muy próspera en la que florecieron la agricultura, las artes, las ciencias y las letras. Con las invasiones de los bárbaros, el paisaje político cambió y la población se replegó hacia las montañas y encontró refugio en la religión católica (siglo iv).

Tras la dominación romana, la región adquirió una importancia estratégica considerable, al formar parte de la ruta del Grand Saint Bernard, que conecta Roma con el valle de Aosta, el Valais y Francia. El primer obispo del Valais, Theodule, se instaló en Sion y fomentó su desarrollo e importancia como ciudad. Al primer obispo del Valais se ha dedicado la iglesia de San Théodule (1514-1516), al lado de la catedral, en cuya cripta se han encontrado restos de termas romanas y de distintas iglesias que habrían tenido sus orígenes en el siglo v. Uno de sus sucesores, Héliodore, siguió con la tradición y se aposentó en la ciudad (segunda mitad el siglo vi). Sion, una ciudad sitiada y saqueada con frecuencia, se convirtió en sede episcopal desde finales del siglo VI.

Tras los celtas, la ocuparon los romanos, los señores de Borgoña, los de Saboya y Napoleón, hasta que en 1815 el Valais fue uno de los últimos cantones en unirse a la Confederación Helvética. La fecha más importante para el Valais es 999, cuando el último rey de Borgoña cedió todo el condado del Valais al obispo. Y desde esa época los obispos reinaron no solo espiritualmente, sino también políticamente. A partir de 1373, y coincidiendo con la construcción del castillo de La Majorie (donde vivieron casi todos los obispos), el castillo de Tourbillon se convirtió en su residencia de verano, sobreviviendo a varias revueltas militares.

Desde el año 1000 hasta el siglo xvii, los obispos fueron omnipresentes y se convirtieron en auténticos jefes militares. El conde de Saboya y el obispo de Sion se disputaban la hegemonía en el Valais. Al fin, el obispo de Sion logró expulsar a los franceses el 13 de noviembre de 1475, después de una batalla muy sangrienta que tuvo lugar en la plaza de la Planta. En el siglo xi se iniciaron las obras de la catedral de Notre Dame des Glariers, que fue inaugurada a finales del siglo xii. El actual edificio gótico forma parte de la reconstrucción a la que fue sometida la catedral en el siglo xv, que fue restaurada en 1947. Entre los siglos xiii y xiv el obispo Boniface de Challant, de origen saboyardo, mandó construir una fortificación y un castillo justo delante de La Valère, en lo alto de la colina vecina, por encima del casco urbano de Sion.

Tras un periodo de relativa calma, el castillo de Tourbillon quedó en ruinas tras el incendio que arrasó una parte de Sion el 24 de mayo de 1788, salvándose de las llamas las capillas de Saint-Georges y de Saint-Grat. Fue un auténtico milagro pues en su interior albergan una primera serie de pinturas del siglo xiv restauradas a posteriori por Guillaume de Rarogne en el siglo xv. Sion llegó a tener tres murallas, algunas de ellas todavía son visibles (solo en parte) en la actualidad. Alrededor de La Valère y Tourbillon se edificó una primera muralla, que se amplió para dejar paso al crecimiento de la ciudad. La importancia estratégica de Sion obligó a construir una nueva muralla que abarcase un espacio mucho mayor. Con el paso del tiempo, Napoleón reconoció al Valais como una república independiente, pero reservándose el derecho de libre paso para sus tropas (en el puerto del Gran San Bernardo un monumento nos recuerda su paso).

En 1810 Napoleón incorporó el Valais a su imperio y pasó a formar parte parte del departamento del Simplon. Una vez que Napoleón abandonó la región, llegaron los austriacos. La frontera era muy frágil y propusieron al Valais entrar a formar parte de la alianza confederal suiza, lo que hicieron de mala gana y forzados en 1814. Firmaron el pacto en 1815. El departamento del Simplon dejó de existir para convertirse en el cantón suizo del Valais, una de las últimas entidades, junto con Ginebra, en unirse a la Confederación Helvética. No obstante, la historia de las guerras civiles continuó hasta 1848, cuando los radicales tomaron el poder. A lo largo del siglo xix, las murallas de Sion empezaron a ser derribadas y la ciudad se abrió a sus habitantes y a los visitantes. En 1830 se derribó la puerta de Loèche y se inició la construcción de una nueva carretera hacia Sierre. La demolición de la puerta de Conthey y una parte de la muralla hasta la Tour des Sorciers tuvo lugar en 1838, y en 1850 cayeron la puerta de Savièse y las murallas situadas más al norte. En 1854 se construyó la Place du Midi y el hotel del mismo nombre, y se derribó la Porte du Rhône.

La llegada del ferrocarril a Sion revitalizó la ciudad, conectándola con Ginebra, Milán (a través del túnel del Simplon) y Zúrich (a través del tunel de Lötsberg y la línea del Oberalppass). A partir de la segunda mitad del siglo xix Sion experimentó un auge espectacular y se iniciaron la mayoría de construcciones que hoy día albergan el Palacio Episcopal, el palacio del Gobierno, el palacio de Justicia y el seminario, así como la mayoría de calles y avenidas que parten del centro histórico y conectan el resto de la ciudad entre sí. En la actualidad (año 2012), Sion tiene unos 30.500 habitantes y una densidad de población de 1.185,1 hab/km2.

Para profundizar mas sobre el Valais y Sion, nuestras guías sobre Suiza les pueden resultar de mucha utilidad. Para viajar por la zona, recomiendo utilizar el tren, puntual, cómodo y muy práctico.

Mas info en www.myswitzerland.com/suizaentren

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