Es evidente que hemos cometido errores, pero se ha debido a un cúmulo de circunstacias desafortunadas y, sobre todo, a la prisa por querer perjudicar lo menos posible a los usuarios y que todas las obras estuvieran terminadas para el próximo invierno. Pero lo más importante es que hay soluciones para los fallos y que las acometeremos con la máxima seguridad y respetando los plazos de tiempo que sean precisos. Así de rotundo se expresa el director general de Aramón, Javier Blecua, sobre la polémica suscitada por las actuaciones de modernización de la estación de esquí de Formigal.
Blecua asegura que se logrará que el complejo invernal culmine con total éxito el ambicioso plan de ampliación y mejora, valorado globalmente en unos 90 millones de euros. Aunque el próximo invierno todavía presentará un aspecto inacabado y unos servicios en precario, todo debería estar a punto para iniciar la campaña 2006-2007 ofreciendo una imagen completamente renovada.
El objetivo es recuperar cuanto antes el prestigio de la estación, que este ejercicio se ha visto mermado por la difícil convivencia de las obras (y su evidente impacto visual) con los esquiadores. De hecho, los responsables del centro estiman que esa circunstancia, muy aireada por los medios del País Vasco, junto a la mala climatología, les ha mermado hasta un 20% de sus clientes habituales.
Aprovechar errores
El director general de Aramón señala que algunos de los contratiempos surgidos no sólo tienen enmienda, sino que, además, se podrán aprovechar para rentabilizar mejor las actuaciones previstas que han fallado.En ese sentido, apunta a lo que es la obra estrella del plan, el telesilla de ocho plazas que sustituirá a la telecabina conocida como el huevo. La instalación de este remonte el primero que habrá de esa capacidad en España en la zona de Sextas ha sido lo más problemático del amplio plan de obras. La excavación, al lado mismo del Gállego, para situar la salida del telesilla produjo un deslizamiento de ladera que ahora obliga a trasladar el telesilla.
El traslado, como figura en el gráfico, se hará un centenar de metros aguas abajo, donde ahora está el remonte . Blecuaocho plazas, con la ayuda de otra maquinaria, para llegar adonde se quería, que es la zona de Cantal, y, además, hasta el área de Tres Hombres. Y, de paso, El Furco podrá llevarse a dar servicio en otra parte de la estación, probablemente entre Anayet y El Portalet.
De todas formas, es seguro que esa operación, que tiene un coste aproximado de 2,4 millones de euros, no se llevará a cabo hasta que finalice la próxima temporada de esquí. Blecua señala que los nuevos trabajos geológicos para ello los está realizando el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), ente dependiente del Ministerio de Fomento, y que .
Sobre el otro asunto más aparatoso de la estación, el aparcamiento del Portalet, los rectores de Aramón sostienen que la solución es más fácil y rápida. La zona de estacionamiento padece el mismo problema que el telesilla: su excavación originó un deslizamiento de ladera. Sin embargo, los responsables técnicos estiman que el refuerzo del talud y la reducción del número de plazas previstas es suficiente para controlar el movimiento. Se espera que funcione en diciembre.