Bode Miller se presentaba en Bormio como líder de la Copa del Mundo, un liderato que no acababa de convencer a sus entrenadores por su exceso de fogosidad que le llevaba a arriesgar en algunos casos demasiado pero si una cosa dejó claro Miller esa temporada es que él corría para ganar.
Bormio 2005 pasará a la historia probablemete como la bajada menos ortodoxa de la historia de la Copa del Mundo, y como no Bode quería también ser protagonista de ese extraño mérito por eso a pesar de perder un esquí a los 15 segundos de descenso el norteamericano continuó con su descenso para ofrecernos una bajada horrorosa para la Copa del Mundo pero demostrando un control espectacular que cualquiera de los que hemos tenido la opción de descender por una pista preparada para una prueba de Copa del Mundo reconocemos como algo que requiere un nivel y un control espectacular. Pero es que en Miller todo es un poco fuera de lo común por ejemplo es el único esquiador que lleva su casa a cuestas por el Circo Alpino como si se tratara de una de esas películas de vacaciones de Chevy Chase.