Didier Cuche, 5 veces ganador del Descenso de Kitzbuehel, bajó con dificultad y algunas caídas el trazado, ya que los skis no le permitían girar con facilidad. Al llegar a la meta, los miles de asistentes lo ovacionaron. Cuche una vez más hizo su famosa maniobra para sacar un ski, una patada voladora con la que se suelta el ski, tomándolo con la mano en el aire. Después corredores y técnicos de distintos países lo tomaron y llevaron a hombros.
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