Bienvenidos, navegantes, a "Un blanco perfecto". Un blog sobre el esquí alpino de competición que hoy da el pistoletazo de salida. Quedan once días para que el clásico gigante de Soelden abra una nueva temporada. Mientras tanto iremos analizando y charlando sobre las claves, los favoritos, cómo llegan los corredores... Pero antes de nada, se impone la presentación de rigor.
Me llamo Miguel Muñoz, y además de esquiador (que es lo principal) soy periodista deportivo. La temporada pasada cometí la osadía de dedicarme a escribir crónicas de la Copa del Mundo en ABC.es. Por desgracia, las hazañas de Didier Cuche, Marcel Hirscher o Lindsey Vonn no despertaron excesivo interés ni en el lector medio (bueno, Lindsey sí, pero no por sus carreras)... Ni en los jefes, que me hicieron volver a ese redil de fútbol, motos y F1 en el que está metido el periodismo deportivo de los medios generalistas.
Así que aquí estamos, en Nevasport. Ya que en gustos deportivos nado a contracorriente, mejor hacerlo en buena compañía. Porque, como ya he dicho, lo principal aqui es que soy esquiador. Granadino (pero simpático, lo juro) y fauna habitual de Sierra Nevada. Con unos ocho meses subí por primera vez al pico del Veleta enganchado con arneses a una mochila. Y a los cuatro años ya estaba metido en Borreguiles haciendo mis primeras cuñas. Los veteranos de la Sierra os acordaréis de esos enanos en fila con monos de La General que ocupaban todo el ancho de la pista. Exacto, yo era uno de ellos.
El gusanillo del esquí de competición me empezó a picar gracias a uno de los grandes: Alberto Tomba. Yo estaba en las gradas de El Río cuando "La Bomba" ganó aquel eslalon en la Neveros y aquel gigante en la Fuente del Tesoro en los Mundiales de Sierra Nevada. Tenía siete añitos y por aquel entonces no había bajado una "negra" en mi vida. Pero esos dos carrerones de Tomba son una de las principales razones por las que me he pasado los fines de semana de todos los inviernos de mi vida cerrando telesillas en la Sierra. Y lo que me quedan.
Así que, para festejar el bautismo de este blog, no se me ocurre una manera mejor que recordar aquellas dos bajadas de Tomba, la magia de sus rodillas y las pasiones que levantaba. Ya habrá tiempo para hablar de los campeones de ahora. Hoy nos podemos permitir un poco de nostalgia. ¡Larga vida a "La Bomba"!
(Y espero veros a menudo por aquí...)
Gigante de Alberto Tomba en los Mundiales de Sierra Nevada (23 de febrero de 1996):
Eslalon de Alberto Tomba en los Mundiales de Sierra Nevada (25 de febrero de 1996):