Wax-on, Wax-Off? Piste-On, Piste-Off!

Salir fuera de pista las primeras veces es como aprender a esquiar de nuevo. Para muchos esquiadores la idea es sumamente intrigante. Pero, ¿por dónde empezar? Como cualquier paso que damos en nuestra progresión en el esquí (y en la vida en general), vamos de lo conocido a lo desconocido.

Nuestra primera recomendación es: solicitar los servicios de un profesional. No podríamos pensar un caso más seguro (y eficaz) que aprender a hacer algo nuevo de la mano de alguien que, verificablemente, está capacitado para instruirlo.

No obstante, si por alguna razón queremos adentrarnos por nuestra cuenta al mundo del fuera de pista, te dejamos un par de puntos para que comiences a familiarizarte con los conceptos básicos y cumplas con las dos reglas del esquí (seguridad y diversión).

"Fuera de pista" lo llamamos y su nombre es tal cual. Cualquier esquí que realicemos fuera de una pista balizada, lo podemos catalogar como tal. Por lo tanto, lo primero que podemos hacer es: salir de la pista (bueno, solo un poco, por ahora).

¿Dónde?

Muchas veces hay zonas subsecuentes a las pistas balizadas que siguen la misma trayectoria. Aquí es un perfecto lugar para iniciar. No hace falta realizar una expedición fuera del dominio esquiable de la estación (cosa que no recomendamos hacer sin un guía de alta montaña), con salir unos metros fuera del balizado y seguir la misma dirección que la pista es suficiente. Aunque parezca que no hay mucha diferencia, el mero hecho de encontrarnos con nieve que no ha sido pisada es suficiente para sacarnos de nuestra zona de confort y aprender algo nuevo. Todo desde la "seguridad" de encontrarnos a unos metros de la pista.

OJO: Antes de hacer esto, hay que estudiar bien el terreno. Ya sea porque lo vemos desde el telesilla o bien porque hemos hecho un par de bajadas prestando especial atención a la zona. Muy importante planear dónde es que vamos a salir y dónde volveremos a entrar.

Podemos repetir este ejercicio cuantas veces queramos, en distintos lugares de la estación. Para empezar a familiarizarnos con la variabilidad del medio. Y comenzar a desarrollar el rider que tenemos dentro.

A tener en cuenta

• Más que la posición adelantada que buscamos dentro de la pista, nos será mejor enfocarnos en la centralidad. El control, como en todos los ámbitos de este deporte, es crucial. Si perdemos el balance (porque mantenemos una posición retrasada, p.ej.[y si se nos clavan las espátulas en la nieve, bueno, ni hablar]), perdemos el control.
• Es importante saber que esquiar fuera de pista no significa esquiar powder siempre. Las condiciones pueden engañar (sobretodo si no estamos acostumbrados a esquiar por nieve no pisada).
• Si no utilizamos los bastones en nuestro esquí, eso tiene que cambiar ya. Los bastones no son un fashion statement. Entre otras, tienen dos funciones (que dentro de la pista son importantísimas, pero fuera son cruciales): aumentar la base de sustentación y marcar el ritmo. Hay que aprender a utilizarlos correctamente.
• Paciencia y persistencia. "Esquiar es un baile, y la montaña siempre dirige". Siendo así, esquiar en pista es como un Waltz bien organizado, donde si todo se hace como se debe de hacer, hay muy poco que puede salir mal. El fuera de pista es más como moshing en un concierto de los Sex Pistols. Hay que ir con cuidado.

Importantísimo (cosas que no podemos dejar pasar)

• Contar con el material adecuado para la actividad. Siempre casco, DVA, pala y sonda, como mínimo. Mochila anti-avalancha altamente recomendada.
• Nunca esquiar fuera de pista solos. Hay que rodearse de esquiadores capacez, preferiblemente que conozcan la zona.
• Conciencia. Hay que estar siempre alertas de nuestro entorno y situación; no podemos olvidar los riesgos que estamos asumiendo y actuar acorde a los parámetros de seguridad correspondientes.
• Revisar el parte meteorológico (prestando especial atención al parte de avalanchas).
• Siempre avisar a alguien dónde y cuándo planeamos realizar la actividad.
• Tener un plan. Nunca hay que salir fuera de pista sin saber qué vamos a hacer. 
• Divertirse. Ya que hablamos de la primer regla del esquí (seguridad), podemos hablar de la segunda: la diversión. No olvidemos para qué estamos haciendo esto. Disfrutemos de las vistas, de la velocidad, del medio, de las sensaciones que nos trae y de todo lo que conlleva este deporte.

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¡Ahora a esquiar!