La temporada pasada tuve la suerte de poder esquiar un rato con Sam Suárez, todos lo conocéis de su blog Winter is coming, en mi opinión uno de los mejores blogs de técnica de esquí en lengua española y en el que, semanalmente, Sam nos hace aportaciones muy valiosas para poder mejorar nuestro esquí.
En aquella ocasión charlamos un rato y le propuse acercarse un día a esquiar a GrandValira, a ver si echando una mañana de esquí juntos conseguía que se me pegara algo de lo que sabe, que no es poco.
Sam tiene un gran currículum profesional, lo podéis ver en su blog, en ese sentido es totalmente transparente. Pero yo, que ya voy sumando años y que tengo ojo de turista, que al final somos los más críticos con los profesores de esquí, no necesito ver su currículum para saber cuánto vale como profesor de esquí. Solo hay que esquiar unos momentos con él, ver cómo esquía, ver cómo te trata, a pesar de estar esquiando entre colegas y de que no exista una relación profesor-alumno y ver la cantidad de gente que se para a saludarle con cariño. En poco rato ha saludado a varios profesores de diferentes clubes, de alguno de ellos había sido compañero, y de otros, adultos ahora, entrenador cuando eran más niños. Al final, cuando la gente te trata con cariño es por algo.
Habíamos quedado a las 9’30 ya dentro de la estación, él entraba por Pas de la Casa, pero a mí me iba mejor hacerlo por Grau Roig, de esa manera podía tener un momento de calentamiento y de contacto con los esquís que me habían dejado para la ocasión: unos Kustom Slalonier FIS SL, el nombre ya os da una idea de lo que llevaba en los pies, por eso prefería estar con ellos a solas aunque fuera una bajadita. El día anterior los había usado todo el día, y estaba, y estoy, encantado con ellos. La unidad que me enviaron son los del mismo Gorka Miñón, seguro que sabéis de quién os hablo. Gorka es, entre otra muchas cosas, demostrador de la EEE, así que yo recibí los esquís también con la esperanza de que ya viniesen aprendidos. En un próximo artículo me ceñiré más a las sensaciones con los esquís, pero vaya por delante que fueron espectaculares.
Pues, como os digo, después de haber calentado en casa, me paré unos instantes a calentar en pista, ya con las botas calzadas y bien apretadas, disfrutando de ser el primero en llegar arriba, con unas vistas y unas sensaciones magníficas. Aunque no fuéramos a esquiar, estar ahí arriba, con la nieve tan buena y con una temperatura como la que tuvimos el domingo ya vale la pena, pero si encima piensas lo que falta por llegar…
Enseguida me encuentro con Sam, no me ha resultado muy difícil, la ropa que luce este año es espectacular, me llama mucho la atención el traje Spyder, no sabía que hacían cosas tan atrevidas, ya sabéis que a mí los colorines me encantan, pero además, técnicamente es una ropa muy buena. Como sigo a Sam desde hace tiempo siempre me fijo en su material, también el conjunto de casco y gafas Briko me llama la atención. Pero a lo que voy, que me pierdo con el material.
Sam viene también de calentar, nos saludamos y vamos hacia la silla, ya en la primera bajada me pide que esquíe libremente, que quiere verme, que no le siga… Y de hecho casi no hace falta que me lo pida, es que no puedo. Por cierto que él lleva unos Rossignol Hero Elite ST Ti que ya probé en una ocasión, aquí os dejo el link al artículo, por si no lo leísteis y tenéis curiosidad: Artículo
En los días previos habíamos tenido varias conversaciones telefónicas y habíamos hablado bastante sobre esquí. A Sam le gusta saber cómo te sientes esquiando, cuáles son tus sensaciones, tus pretensiones, qué es en lo que quieres mejorar. Además se había repasado mis videos. Supongo que será defecto profesional, porque Sam, cuando ofrece clases a sus alumnos pide antes de esquiar todas las referencias posibles, tanto videos como fotos y sensaciones, de esa manera él puede planificar las clases y, en pista, ceñirse a lo concreto.
Una parte fundamental de sus clases es la grabación en video, el poder grabar a un alumno y, sobre todo, el poder ver el video con él y analizarlo, creo que marca la diferencia entre una clase de esquí sin más y una clase de nivel. En ese aspecto Sam no escatima en recursos, porque se aprovecha de todo el beneficio que se puede sacar a la tecnología, tanto a nivel de grabación, como viendo después el video en la misma estación y también enviando los videos al cliente para poder seguir en casa con su estudio y análisis. Además Sam se guarda todo por si en el futuro el mismo alumno requiere sus clases y poder comparar las evoluciones. Me parece un método perfecto.
Pues yo me conformaba con echar un rato de esquí con un gran esquiador, pero casi se convirtió en una clase, y para mí fue una buenísima experiencia.
Al poco de empezar a esquiar Sam me propuso hacer un ejercicio, me estuvo diciendo algunas cosas que podía hacer para mejorar mi forma de esquiar y, sobre todo, y esto me parece muy importante, me dijo por qué. Muchas veces hacemos cosas y no sabemos el porqué, también nos suceden algunas y no sabemos el motivo. Lo primero que hizo fue preguntarme por mis sensaciones: “¿Qué has sentido en esta bajada?”, y te quedas sorprendido.
Así que ahí me veo yo, haciendo ejercicios a una pierna, siendo grabado y corregido por Sam, hablando mucho, explicándome mucho y, sobre todo, preguntándome mucho. Tras cada pequeña bajada una buena charla y unas buenas reflexiones. La mañana se está convirtiendo en una auténtica clase y estoy disfrutando como un niño en el día de Reyes.
Decidimos pasar a Grau Roig y la nieve está diferente. Es cierto que GrandValira goza de un buen estado de pistas, pero necesitamos que nieve. Es increíble que pueda estar así la estación con lo poco que ha nevado.
En Grau se siguen repitiendo consejos y esquiamos a tramos, hablamos un poco, me explica cosas, me dice lo que quiere que haga y vamos haciendo bajadas como si de una clase se tratara. Hay una cosa que quiero resaltar, a cada consejo y a cada cosa probada noto resultados. Son pequeños detalles, cositas que están ahí y que tú no puedes ver, para eso tienes que tener muchos años de experiencia y haber dado muchas horas de clase, pero lo bueno es que un buen profesor te lo hace ver enseguida. Porque no es que te lo enseñe, es que te pide que lo veas. No sé si consigo explicarme bien, pero lo ves. Y lo sientes, que es lo mejor de todo.
Poco a poco va avanzando la mañana y los dos tenemos compromisos con nuestras respectivas familias, Sam ha sido padre recientemente y tiene ganas de volver a casa. Pero antes quiere que vayamos a tomar algo, el propósito no va a ser solo hidratarnos, sino que quiere que vea con él los videos que ha ido tomando.
Para ello saca de su mochila un aparatito que le transfiere el video al IPad, y ahí se ve perfecto. Es un programa que le permite usar diferentes velocidades y ampliaciones, de manera que ves en la imagen perfectamente lo que has hecho, tanto si está mal como si está bien.
Los que os habéis grabado en video ya sabéis qué duro es verse, es casi como mirarse al espejo. Tú esperas una cosa pero te encuentras otra, y normalmente la que te encuentras es la real. Es cierto que cuando te están grabando nunca terminas de esquiar bien, pero es lo más real que puede haber.
Pues ahí me llevé otra clase y, en mi opinión, la más importante, porque Sam te explica con todo detalle qué pasa, que debería pasar y, sobre todo, que tienes que hacer para que pase. La verdad es que fue un rato de auténtico aprendizaje.
Al final, lo que iba a ser un rato de esquí con un colega bloguero y un excelente esquiador se ha convertido en una clase particular con todo tipo de detalles. Nunca me habían dado una clase tan buena y que, creo, sirva tanto para mejorar mi forma de esquiar. Tengo que agradecerle a Sam toda la dedicación que me ofreció, además me lo pasé súper bien y no paramos de hablar de esquí, incluso me llevé consejos sobre material muy interesantes.
Espero en el futuro tomar una clase de verdad con él. De verdad quiere decir pagada, y la pagaré a gusto, porque creo que vale la pena sin ninguna duda. Sam ofrece sus servicios tanto a grupos, siempre pequeños, como a nivel particular, también hace reciclaje para profesores, formación de entrenadores de club…
Esta mañana con Sam me ha servido para ver las clases de esquí de otra manera. Ya no veo aquella forma de quedar de, por ejemplo, 10 a 12 y empezar de cero. Ahora creo que se pueden hacer las cosas de otra manera y que el profesor se puede implicar más y mejor. Igual que el alumno, que hay que decirlo también. A veces queremos que una persona que no nos conoce de nada y a la que contratamos por dos horas nos haga mejorar de manera sustancial. Y eso es muy difícil, se necesita más implicación por las dos partes. Con Sam, y atención a lo que voy a decir, que no lo digo sin haberlo pensado, me he encontrado un profesor de esquí que está tan implicado, y me atrevería a decir que más, como yo en mi aprendizaje. Por primera vez he tenido la sensación de que el profesor ponía más ganas en enseñar que yo en aprender y yo, a lo profesores que hacen eso, les llamo maestros. Me he acordado de cuando iba a la escuela y había maestros, casi siempre maestras, que se esforzaban más que nosotros, los alumnos. El buen docente pone tanto empeño que consigue lo que quiere. A mí consiguieron enseñarme hasta matemáticas y algo de latín, y, creedme, el mérito no fue mío. Siempre fue del maestro.
Os dejo un video de la mañana compartida con Sam y con unos Kustom que son una maravilla, en otra ocasión, espero que pronto, os contaré cómo me fue con ellos, de momento os digo que se convirtieron en la combinación perfecta para hacerme disfrutar como hacía mucho tiempo no disfrutaba recibiendo una clase.
Carolo, el gran maestro de muchos, también lo ha sido en alguna ocasión de Sam, y ya me dijo que tenía mucho que ofrecer este joven. Ya lo creo. No perdáis de vista su blog, y el que quiera proyectar su esquí un escalón por encima que contacte con él. Seguro que le valdrá la pena.
Podéis ver mejor el video a pantalla completa y en HD.
Espero que tengáis buena temporada y que la nieve llegue pronto y en cantidad, sed pacientes y tened cuidado. Os dejo un artículo relacionado de Sam con una cosa de la que estuvimos hablando: cómo controlar la velocidad en pendientes pronunciadas.
Nota del autor: Las fotos aquí publicadas no son "demostraciones de escuela" y no tienen la intención de servir como modelo, sino como mero refuerzo gráfico para el texto.Tengan en cuenta que el autor no es un profesional del esquí y que tanto las ideas vertidas como las ilustraciones sólo muestran la visión y el estilo personal del autor. El esquí es un deporte complejo y que puede ser arriesgado; su aprendizaje y perfeccionamiento es un proceso continuo en el que todos, y por supuesto el autor, estamos inmersos permanentemente; el lector debe interpretar estos artículos según su mejor criterio de prudencia.