
La respuesta en cada caso será diferente, aunque estoy seguro que todos coincidimos en algo: la estética, la dificultad, el aprendizaje “otra vez”, la versatilidad, la polivalencia, la apariencia, la distinción…
Todas y cada una de las razones es válida por si misma pero el conjunto de ellas hace que una vez probado, y me refiero a muchos días de prueba, te enganche de manera increíble y forme parte de ti mismo. Quizá en algunas ocasiones llegué incluso a hacerte dejar de lado cualquier otra modalidad de esquí por la que hayas empezado, ya que son raros, aunque no imposibles, los casos en los que se empieza en el esquí directamente con el Telemark.
Extraido del libro "EL Telemark" de Dani Cruz (a la venta en Diciembre 2009)